Siempre empiezo con la misma cansin-frase, pero es que esta vez es más cierta que nunca: hacía muuuucho tiempo que no salía a la montaña, desde el 1 de Octubre, y había ganas de quitarse todo el óxido acumulado por causas de fuerza mayor durante los largos 3 meses y medio.
Este invierno tan tan raro y primaveral hace que la nieve escasee en toda la península. Ni siquiera ha permitido salir un día a Peñalara a desempolvar los crampones. Es muy triste ver como, a finales de Enero, nuestra querida Sierra sigue totalmente vacia de nieve.
Las webcam de muchos refugios presentan aspectos igualmente desoladores, y en distintos foros no cesan de llegar noticias de accidentes por culpa de esa escasa nieve helada en los diferentes sistemas, algunos de ellos mortales, como el de un antiguo miembro del Club Candas en el Aneto, otros serios, como el de otra miembro del club a la que fue necesario operarla del hígado, y quién sabe cuántos de menor consideración …
El plan inicial , para asegurar la nieve, y aprovechando algún día suelto de vacaciones, es ir al Vignemale, puesto que es de suponer que las escasas nevadas no supongan un peligro en la avalanchosa aproximación (según he leído) a Baysellance.
Pero no, el Vigenamele está claro que se resiste. Tooooooodo el otoño y lo que llevamos de invierno de anticiclón que te cagas, ¡y justo el finde del 20 de Enero dan lluvias en Piris, tocate los pies!
Picos descartado por la misma razón. Nos quedan Sierra Nevada y Gredos, y como Miguelón acaba de estar el finde anterior y sabe de primera mano cómo está el tema, decidimos no arriesgar y quedarnos en Gredos. Para mí guay porque nunca he ido, y ya va siendo hora de conocer la joya del alpinismo del sistema central, y para estos también bien porque aunque han estado en varias ocasiones reciéntemente, la idea de meterse en la Norte del Almanzor les mola mazo, cosa que yo no tengo tan clara ...
Día 1:
No parece una noche especialmente fría…hasta que te quedas parado. Sin embargo, cuando se nos heló la sangre de verdad, fue cuando ,cruzando la Laguna helada, escuchamos un gran estruendo. Nos paramos un momento por si volviamos a escuchar algo, y volvimos a reanudar la marcha a toda prisa y guardando una distancia prudencial entre nosotros. La verdad es que me parece un poco temerario eso de cruzar la Laguna por encima, por mucho que lo haga todo el personal…
Buscamos a otros compis del club que han llegado el día anterior, y plantamos tiendas junto a ellos. Casi se me cae la lagrimilla cuando montamos la Vaude Explorer. ¡Por fin iba a estrenar la tienda después de 1 año y medio (sin exagerar)!
Qué contento dentro de mi tiendecita, qué contento dentro de mi saco…¡y qué frio que pasé la madre que parió al aislante! Mira que tenía yo mis reticencias respecto a que el Trango Ultralight con sólo 1 cm de espesor fuera suficiente para dormir sobre nieve, pero como una chica del club me había comentado que sin problemas …Me tenía que haber llevado el de los chinos para complementar. Puse la chupa por debajo, pero nada de nada. Hombro, cadera,culo o lo que fuera que sirviese de apoyo, se me quedaba helao. ¡Vaya nochecita toledana! Justo uno de esas experiencias que te animan a hacer esa compra que nunca llegas a hacer. Quizá uno inflable, para así llevarlo dentro del macuto y evitar algún tironcillo cuando subes por algún sitio estrecho, como nos ocurrió en la chimenea del Llambrión.
Día 2:
Durante la noche ha hecho bastante frio y al levantarnos nos encontramos con las botellas de agua congeladas. No madrugamos mucho, y nos lo tomamos con calma, desayunando tranquilamente lo que buenamente nos deja calentar el MSR Pocket Rocket, que yo no sé si es por el quemador o por el cartucho Coleman de Propano, pero aquello no tira ni patrás ,siendo necesario agitarlo de vez en cuando para avivar la llama.
¡Brrrrr qué pereza quitarse el plumas para vestirse de romano! Para cuando echamos a andar, deben ser casi las 9:30 o así.
El plan que nos ha diseñado Miguelón es: subir la Canal Fácil (punteado rojo, las flechas corresponden a los resaltes en hielo,escaqueables si se quiere), dirigirnos después al Casquerazo, y bajada por la Directa (punteado azúl), a la izquierda de la Portilla de Los Machos.
Estos dicen que la nieve está perfecta, pero para mi gusto, demasiado en polvo. Mi no entender de esas cosas, pero supongo que el hecho de que sea una zona donde no pega el sol en todo el día, impida que se tranforme como es debido.
Claro que hay que ver como están las zonas de enfrente donde sí pega el sol: pelao pelao como culo de bebé.
La aproximación se hace corta y en seguida nos encontramos con la primera rampita de nieve que marca el inicio de la canal.
-- Ale, parriba – me anima Miguelón.
No problem colegui, que para eso te vas a chupar tu los resaltes de hielo ;-)
A ver a ver aquí …
Ná! Sin problemas. Sólo una pendiente de nieve de unos 40º. Mientras espero a que suban estos, pasa un tio corriendo cerca. Supongo que es alguno de esos machacas que les mola meterse tralla entrenando a tope…
Nos dirigimos hacia el primer resalte de hielo, junto a una bonita cascada, y nos encontramos a un pollo allí tumbado, y claro, le damos los buenos días pensando “y el gilipollas este, ¿qué coño hace aquí tumbado a la bartola con la rasca que hace?”. ¡Y resulta que es que se había caído el pobrecillo! ¡Cagüen to, pero chico di algo!
Y claro, ya nos empezamos a interesar por él, que si necesitas algo, que si quieres una barrita, un trago de agua ..¡Qué se yo! El otro pollo que había visto bajar corriendo era su compi, que al ver como tenía girado el tobillo 90º, había salido escopetao para avisar al helicópteo desde el Refu. ¡Qué mala suerte! Al pobre hombre se le había roto el hielo subiendo por la cascada. Hay que tener mucho cuidado este invierno: mucha nieve helada, y sin embargo mucho hielo malo por ahí …
El primer resalte de hielo es corto y bastante tumbado. Miguelón le entra sin pestañear como si en lo alto hubieran colgao un jamón, y Rafa le sigue sin asegurar siguiendo las indicaciones de Miguelón, que observa su progresión desde arriba.
Me preguntan si me echan la cuerda o lo hago a pelo, mientras hago mi buena acción del día y ayudo al chico accidentado a quitarse todos los mosquetones y demás piezas metálicas del arnés, que según comenta le están transmitiendo frio.
¡Estos parece mentira que no me conozcan ya preguntándome estas cosas!
Siendo mi primer resalte en hielo, llevando uno de los piolos de travesia, y después de ver al colega herido, mejor con cuerda ,está claro.
-- Con cuerda hombre, con cuerda, que así practicais las reuniones – respondo.
Así que pataleo para desentumecer los dedos de los pies, y espero a que me llegue la bendita cuerda de arriba, momento en el cual me dispongo a tener mi primer affair (¡oings!) con el hielo.
Guan, Chu, Zri ….¡Boiiiiiiiinngggggg!
¡Anda mi madre, que no se deja el cabrón! Según le meto el primer pioletazo, me lo echa patrás. Esto me recuerda a la primera vez que coges un taladro para colgar un cuadro: Se lo has visto hacer a tu padre un montón de veces, y tienes claro “el conceto”. Pero cuando le endiñas a la pared, te queda un bujero abocardao que te cagas, por el que el taco entra y sale cuan gusano habitando manzana pocha, y te toca decirle a tu novia aquello de “no te preocupes cari, que subimos un poco el cuadro y el agujero no se ve”.
Así que pico y repico hasta sacar suficiente como para preparar 12 caipirinhas, y decido entonces cambiar de mano los piolos: el espantavacas (como llaman los del club a los piolets de travesia) en la izquierda, y el Stubai ,el tésnico, en la dere. ¡Mucho mejor!
De camino al segundo resalte, vemos una cordada por delante de nosotros.
Mientras esperamos moviendo dedos dentro de las botas, escuchamos el motor del helicóptero aproximándose.
Hace una primera pasada de reconocimiento, después se aproxima creemos que para dejar a alguien junto al herido, y se marcha hacia el refu. Retoma el vuelo poco después, y vemos cómo se lleva a dos personas ¡colgando de la sirga! ¡Uf, tiene que impresionar eso tu! Suerte chaval y que te recuperes pronto…
Todos, nosotros y otra cordada que acaba de llegar, nos estamos pelando de frio esperando, como siempre ocurre en estos casos. Miguelón se impacienta, y decide meterle al resalte aunque sea por la izquierda, que sale más fácil, para no estorbar a la cordada de delante. Pero para cuando estamos listos, hay distancia suficiente como para seguir el mismo itinerario.
Rafa y yo subimos casi a la vez. Aunque este segundo resalte es mucho mayor y más pino que el primero, se me da mejor. Seguramente porque ya hay picotazos que sirven de referencia, y más que picar, lo que hace uno es ganchear con los piolos. Mi cuerda pasa por 2 de los 3 tornillos que Miguelón ha puesto de seguro, y además de entretenerme más, acabo con los guantes de strecth empapados. ¡Joder que incordio tu! Se me quedan las manos heladas en un periquete, y en cuanto acabo el resalte insuflo todo el aire caliente que puedo sobre mis doloridos dedos. ¿Guantes de repuesto? Sí, en la tienda echando una siesta…
El resto de la Canal es una pendiente de nieve que se va estrechando y empinando, pero que al menos en las condiciones que encontramos, se hace bien (nieve demasiado polvo para mi gusto). Nosotros la hicimos en ensamble, pero por aquello de no andar recogiendo cuerdas más que nada, porque no llegamos a meter ningún seguro intermedio ni sentimos la necesidad de hacerlo (la primera foto es de Rafa).
La parte más pina está justo al final
¡Y por fin nos da un poco el sol! Entre esperas y demás, han pasado unas 3 horas desde que salimos de las tiendas. No hemos vuelto a beber ni comer nada, así que es un buen momento para recoger material y comer e hidratarse, que aunque de vez en cuando corre algo de viento, se está fenomenal al solecete. Aprovecho además para poner mis guantes a secar. Suerte que el stretch seca muy rápido…
Ni que decir tiene que las vistas hacia el otro lado del circo presentan la roca casi desnuda. Un Enero totalmente atípico, que a falta de nieve ni siquiera nos está dejando lluvias. Terrible.
Hacemos el canelo o el vago, y no quitamos crampones por el empedrao que nos separa del Casquerazo, destrozando las puntas contra las rocas.
A Rafa se le suelta uno de los crampones con tanto meneo y opta por quitárselos, pero Miguelón y yo, justo ahora que empiezan las trepadas, vemos más prudente continuar con ellos.
Y cima del Casquerazo…Nótese en la imagen la poca nieve que se aprecia en las cimas, y como el chavalote sin crampones está tan pancho con las manos en los bolsillos.
No como yo, que sólo de pensar que tengo que hacer algún destrepe, ya empiezo a sudar como un pollo al’ast.
-- ¡Venga coooooño!
-- Ya voy Miguelón, ya voy, que las prisas no son buenas. ¿Era por aquí? ¿Era por allí? Ya voy, ya voy.
Y de nuevo en la cara del Circo, volvemos a pisar nieve. Bajamos por una portilla que se ve antes de llegar a la de los Machos.
Y enlazamos poco después con ésta
En total, han pasado casi 7 horas contando paradas desde que salimos de las tiendas, a las que regresamos para dejar bartulos, y ponernos algo más cómodos para meternos una cerveza con almendras en el refu.
Aquí una foto sin bichos donde se puede apreciar mejor el recorrido:
En el refu charlamos con el resto de compis del club, a los que no conocemos mucho. A los que dormimos en tiendas, se han sumado otros 2 que acaban de llegar hace unas horas y que tienen reserva en el Elola. Han venido con la intención de hacer el Almanzor, y aunque al principio les enrolla la idea de hacer la Norte como pretende Miguelón, poco a poco abandonan la idea al escuchar las condiciones: mucha roca y poca nieve o hielo. A mí, si la trepada de IV que hay en lugar de la columna de hielo ya me parecía cañera, la incertidumbre de encontrar más pasos desnudos me acojona, así que les digo a Rafa y Miguelón que mejor acompaño a esos chicos por la Normal, y que ellos vayan por la Norte si quieren. Finalmente, todos coincidimos en que es mejor dejar la Norte para otra ocasión en que las condiciones sean mejores, y acordamos hacer juntos la Normal, tal como describe el Libro “50 ascensiones clásicas” de Raúl Lora, al que vemos sentado en la mesa de enfrente, como debe ser habitual cualquier fin de semana invernal en el Elola.
Día 3:
Esta noche he andado listo, y me he puesto las cuerdas debajo del aislante. Parecerá una tonteria, pero he dormido de maravilla en comparación con la noche anterior. Cierto que ha hecho menos frio esta vez, pero eso no resta valía a la idea que saqué leyendo uno de los muchos comentarios en Madteam.
Lo que no ha cambiado es la humedad en el techo interior de la Vaude Explorer. Recogí los faldones pensando que así no habría tanta condensación, pero que si quieres arroz Catalina. Tengo la capucha del saco empapá de rozarla con la mosquitera.
-- ¡Tios, que nos hemos dormido! – canta Miguelón desde la otra tienda.
Habíamos quedado en recoger a los 2 chicos del refu a las 06:30, pero los móviles nos han jugado una mala pasada y no nos han despertado.
A Miguelón le da por el ojal eso de la impuntualidad, y con eso de que es ciclista nato, mete un derramaje que ríete tú del Perico en el Tour para ver si los podemos alcanzar. Rafa chupa rueda y le sigue bien…y yo me quedo soliplás como pelotón perseguidor….
Aprovecho una de las paradas que hacen para esperarme para deshacerme de la mochila con la cuerda y
pasársela a Rafa, que Miguelón ya va bien cargao con los friends,expreses y cintajos.
Tan embalao va, que Rafa le tiene que parar los pieses:
-- ¡Pa la dere Miguelón que te pasas!
-- ¿Seguro que es este el desvio?
-- Sí ,sí, seguro.
Y entonces vemos bajar a los 2 frontales que llevábamos delante, y que aún más despistados, han subido hasta la Portilla Bermeja. Como bien imaginamos, se trata de los compis del club.
Menos mal que has estado al loro Rafa, que si no nos pegamos el paseo en balde.
Ya tos junticos y sin la necesidad de los frontales, comenzamos a subir hacia la Portilla del Crampón.
Ya con las primeras luces, se intuye el día tan estupendo que va a hacer. Vamos, tiempo primaveral como viene siendo habitual este invierno.
Esta subida tiene algo de mala fama, y hay una instalación de rapel en lo alto, ya que a veces acumula mucha nieve y la pendiente final puede ser realmente importante, haciéndola peligrosa con nieve dura o hielo. Nosotros no encontramos demasiada pendiente, y además, con toda la gente que había subido el día anterior, tenía más escaleras que El Corte Inglés.
También hay que tener en cuenta, como en otros puntos negros, la de gente que debe pasar por aquí, debido a su proximidad a Madrid…Mejor no confiarse y haber practicado bien antes en otro sitio.
En la Portilla del Crampón, aunque hay buenas vistas, no apetece nada quedarse, ya que sopla un viento muy desagradable que nos hace enfriarnos rápidamente. La travesia sobre las Canales Oscuras igualmente tiene mala fama, así que le cedo el paso a Rafa, y voy fijándome allí donde pisa.
Giro a la dere de nuevo, y en seguida llegamos a la zona de trepadas, cubierta en parte por la nieve. El primer paso donde hay que lucirse es un pequeño pedrolo donde tuvimos que tirar de piolet tracción con la derecha, y aprovechar una regleta algo roma para mano izquierda a la que se llega subiendo pies.
El siguiente paso, el paso clave, consiste en superar un murete con un primer escalón evidente, que no sé cómo será en verano, pero en el que ahora también se podía tirar un poco de piolet tracción precaria para hacerlo más fácil.
Justo encima de ese paso, digamos a la espalda del chico con chaqueta naranja, está la instalación de rapel que usaremos en el descenso.
Ya sólo nos falta una última trepadita de 4 pasos para llegar a la cima, pero que a mí me pareció más difícil que el paso clave bajo el rapel, sobre todo en el descenso. Alguno lo intentó más a la derecha , y parece que sale algo más fácil, aunque también con más patio.
En la cima, las estrecheces obligan a turnarnos para la foto. ¡Ojo al pedrolo de más a la izquierda donde alguno se sentará a esperar turno, que se mueve!
¡Joder qué guapo! Es un pico al que le tenía muchas ganas, pero también bastante respeto, y todo ha salido a pedir de boca. Bueno, aún queda la bajada, claro. Pero teniendo 2 cuerdas de 50m como tenemos, no problem…
Pese a habernos quedado dormidos, hemos madrugado más que el resto, y eso nos ha permitido disfrutar de la cima en solitario, algo poco habitual en este pico un día de buen tiempo como es este que estamos disfrutando. Antes de que terminemos todos de rapelar, nos encontramos con una pareja que han decidido proteger todo el tramo de trepadas, con los que nos ponemos de acuerdo para evitar lios con las cuerdas.
Otro grupo se acerca por la travesia sobre las Canales Oscuras:
A Rafa y Miguelón la Normal se les queda corta, y deciden tirar por la Portilla de Los Cobardes, a ver si pueden ver algo de las condiciones de la Norte. Yo me acoplo a los otros 2 chicos del club para bajar por donde hemos subido, no sea que haya que hacer muchos destrepes por roca, que por la Portilla del Crampón ya sé lo que hay, y sé que no voy a tener problemas.
Como vamos hablando, la bajada se nos hace muy rápida, lo cual no impide que Rafa y Miguelón, que deben llevar cohetes en el culo, nos alcancen bastante antes de llegar al refugio.
Ahora queda lo peor: recoger todo, sobre todo la tienda mojá que es un coñazo, y todo el camino de regreso, que como éstos me avisaron, se hace cuesta arriba por incómodo empedrao y encima con todo el cansancio que lleves acumulado.
Parece que nos hemos puesto todos de acuerdo para salir a la vez sobre la Laguna helada, ¿eh?
En resumen, un estreno en Gredos cojonudo: Casquerazo por una via más chula que la Normal con primera experiencia sobre hielo, Almanzor sin agobios, y estreno por fin de la Vaude Explorer probando cómo es eso de dormir sobre nieve.
Y lo mejor de todo, con una compañía inmejorable ;-)