viernes, 9 de marzo de 2012

Pico Paderna – Un premio de consolación


Muy animados por la última salida a Sierra Nevada, esperamos impacientes la llegada del finde del 9-11 Marzo, esperando triunfar de manera similar. Sin embargo, distintos acontecimientos nos llevarian a algunos de nosotros a tener que conformarnos con un premio menor…


Día 1:

Salimos de Madrid rumbo a Benagke a las 16:00. En esta ocasión formamos cuadrilla Rafa, Miguelón y maese Paco. Estos dos últimos quieren foquear a tope para preparar la Chamonix-Zermatt que van a afrontar en Semana Santa (este año cambian las torrijas por crepes), así que tiramos para lo que parece la zona mejor innivada este invierno tan catastrófico. Han caído unos centímetros los días anteriores, así que ellos se relamen mientras Rafa y yo, los de infantería, cargamos raquetas intentando mentalizarnos en la que nos espera…Por un momento pensamos si, una vez allí, separarnos pal Maladeta y así tachar otro del Lora. Pero al final decidimos ir todos juntos, que realmente es mucho más divertido.

El plan es:
1)       Subir el sábado al Crabioules por el Valle de Remuñé y bajar por el Valle de Literola
2)       Subir el domingo al Pico de Alba por los tubos de Paderna

Estos es que no saben salir de picnic …

La primera de las sorpresas, llegaría horas antes siquiera de partir. Tristemente, nos enteraríamos de varios incendios pendientes de controlar en distintos puntos del Pirineo.


Una muy mala noticia a la que espero no nos tengamos que acostumbrar este año de sequía …

La segunda sorpresa se nos presentaría en forma de monumental atasco en la N-II, que nos mantendría más de 2 horas completamente parados.


¡Mother of the beatifull love! Creo que nunca había estado tanto tanto tiempo parado en la carretera. Menos mal que íbamos en compañía y pudimos matar el tiempo tomando lecciones rápidas de astronomía con maese Paco y la ayuda del Sky Maps en el móvil (¡alucinante oiga! Se lo han currao muy bien para que el móvil no sólo tenga en cuenta la posición, sino también la inclinación que se le da).

Así las cosas, llegamos al área municipal de Benasque a eso de la una.

 --Teníamos que haber echao alguna tienda tios, ahora vamos a llegar allí y la zona techada va a estar petá. ¿Cómo? ¿Que todos traeis funda de vivac menos yo y me habeis hecho dejar la tienda en Madrid? ¡Cabrones!

Afortunadamente, había hueco suficiente para todos, y pudimos meternos en el saco nada más llegar, con un sandwich de gasolinera en la tripa.



Día 2:

Maldescansados y malcenados, nos despertamos sobre las 6:30 para maldesayunar y vestirnos de romanos. Sin saber aún hasta qué punto, comentamos algo acerca del que va a ser el verdadero protagonista de la jornada: el viento.
 
-- Parece que sopla un poquillo viento, ¿no? - Comentamos ignorantes, de igual manera que aquel que dijo lo de “Son 4 gotas” a Noé.

Dejamos el coche justo antes del desvio al Hospita del Benasque, y comenzamos a caminar por la carretera cortada por la nieve a eso de las 8:00.


Tomamos un desvio a la izquierda según se avanza unos metros más adelante, hacia la zona opuesta al Hospital…
 


 
….que nos va adentrando en una preciosa zona de bogke donde ya desde los primeros pasos se hacen necesarias raquetas.


Algún pequeño despiste propio de estas zonas con vibilidad limitada, y pronto el terreno se va despejando a medida que toma mayor inclinación.
 


Una primera parte realmente bonita que obliga a echar la vista atrás en más de una ocasión.


Ya en terreno más propio de alta montaña, el camino se va estrechando en algunos tramos. Yo no me metería aquí con grandes cantidades de nieve en las laderas…Suerte que este fin de semana el riesgo de aludes es 2 y esto parece más primavera que invierno.
 


-- Mira, mira como levanta el viento esas nubes de nieve.
 


 
-- ¿Por donde tenemos que ir Paco?
 Pa qué preguntaré…Justo por debajo de la ducha de nieve.



 
Es un poco jodienda, porque claro, vas sudando, pero tampoco te puedes despelotar mucho que cuando viene la ráfaga te quedas frio.


Vistazo atrás de las primeras rampitas que hemos subido.
 


 
Y de las que nos quedan por delante, que son muchas más de las que aquí se aprecian.


A medida que subimos, el viento va ganando intensidad y las ráfagas son cada vez más frecuentes. Que la cresta del Crabioules no la vamos a poder hacer, a estas alturas es una evidencia. Lo que queda por ver es si podremos al menos hacer el pico Occidental, pues hay un tramo de trepada que, de seguir así, va a estar complicado.

Paramos a ponernos las chupas de Gore y cambiar los guantes de stretch por los gorditos.


 
A veces el viento sopla con tanta intensidad, que obliga a detener el paso y agacharte un poco.

-- ¡Joder con las rachas moderadas que anunciaba aemet! ¡Cómo deben ser las fuertes!

-- ¿A cuánto estará soplando? ¿A 40-60 km/h?

-- A 40km/h ni de coña –apunto- Eso sería como ir en un vespino ¡y esto alisa las arrugas del jepeto más que el botox tio!

Ves venir la nube de nieve hacia ti como en las pelis cuando ven una tormenta de arena en el desierto, pegas la barbilla al pecho, te encoges un poco de hombros, y esperas  a que te atice la ráfaga sin que se te meta mucho polvillo por el oido o entre las gafas.

Es una sensación muy desagradable. Peor peor que cuando te comprabas un flash de los gordos de 10 pesetas, te pasabas dándole un bocao, y te dolía como detrás del cerebro. Peor peor que cuando tus padres te llevaban de cani a la sierra con vaqueros, camperas y guantes de lanita, y te rebozabas en la nieve usando plásticos a modo de trineo. Peor peor que si te hubieran atado a una silla sentado delante de un ventilador con un frigodedo en medio…


Desistimos. Media vuelta a la altura del Ibón de Literola. Está claro que hoy no es el día.

 
 
Rafa y yo hemos calzado crampones poco antes de emprender el regreso, y a pesar de los antizuecos, la nieve se apelmaza poniéndote taconazos a lo drag-queen, gracias a lo cual tendré la oportunidad de practicar autodetención al emprender esta bajada.


¡Cagüen! Yo creo que me detengo más por la pérdida de inclinación del terreno que por mi efectividad clavando piolo. Habrá que practicar más…pero sin la chupa nueva de gore ¡eh!


Con tanto viento, algunas cosas están siendo distintas a otras ocasiones. No estoy sacando casi fotos, no he parado a comer barritas con tal de no parar, y estoy bebiendo más de lo normal. Me siento raro, como un poco mareado. Creo que puede ser por lo poco que hemos comido y dormido. Se lo comento a Rafa, y me dice que también se encuentra algo flush, y que seguramente sea del puto viento, lo cual me tranquiliza.

Ahí va un ejemplo gráfico:

Foto pre-rafaga:
 


Y la misma imagen empañá por la rafaga:
 


Así las cosas, da gusto despedirse de la nieve blandurria, perder altura, y volver a terreno más resguardado a por unas merecidas cervezas.
 


No sin antes tener que vermelas con la nieve pisada que se acumula en el camino de vuelta entre las raíces de los árboles, terreno que me hace perder mucho tiempo desde que me luxé un meñique en Ordesa bajando de la Faja de las Flores.
 


 
No quiero otra de esas caídas tontas, y mis compañeros cada vez me sacan más ventaja.


 
Pedimos a Miguelón que vuelva a sacar sus dotes de ingenieria para organizar el atestado maletero en el que deben entrar 2 pares de tablas, 2 pares de raquetas, 4 mochilas con sus sacos y sus aislantes, 4 bolsas con las botas y otros menesteres como piolets y bastones, y nos vamos a Benasque a por nuestras cervezas y la visita obligada a la tienda de Barrabés, donde logramos convencer a Paco para que jubile su roido aislante bicolor de los tiempos de las mochilas de tubo.

-- Pero, ¿qué le pasa a mi aislante?

-- Hombre Paco, no jodas, que eso te lo dejas olvidado encima del coche y no lo toca ni Dios…-apunta Miguelón.

Así que ambos dos nos pillamos un Therma Rest Z lite de esos de acordeón, que a mí también se me queda escaso el Trango Light Plus. Tentado estoy además de pillar una funda de vivac, en previsión de lo que pueda soplar el viento esa noche. Pero las buenas son demasiada pasta, y no termino de decidirme. Prefiero esperar a informarme mejor.



Día 3:

Ha soplado mucho el viento de noche, pero al contrario de lo que pensaba, hemos pasado calor. ¡Me han sobrado cuins de esos tu! He tenido hasta que abrir el saco y sacar un brazo a ventilar en varias ocasiones.
Paco ha tenido la deferencia de dejarnos dormir un buen rato más, y al final hacemos tarde. Estamos muy remolones. Nadie quiere pegarse una paliza para nada como la de ayer.

Más tristes que unas natillas sin galleta María, emprendemos el camino por la pista de fondo en dirección a los Tubos de Paderna bien empezada la mañana. Sorprendentemente, parece que el viento amaina y vamos a disfrutar sin impedimentos del anticlón-ancla de este invierno.


Lo que sí vamos a pagar, es la pereza que hemos derrochado hasta empezar a caminar, con el sol ya totalmente asomao.
 


 
El estado de la nieve tampoco va a ayudar mucho. Las raquetas se hacen necesarias para progresar, y la pendiente de los tubos, sin ser nada del otro jueves, sí  resulta lo suficiéntemente incómoda como para ir a lo pingüino. Además, la correa de las raquetas me está un poco corta, no abrocha bien, y una de ellas se me suelta hasta en 4 ocasiones.



A estos también les cuesta sus Vueltas y revueltas María, no te vayas a pensar …



Pasados los Tubos esos, se llega a un pequeño llano desde el que yo creía diviaríamos ya el Pico del Alba, pero que, mi gozo en un pozo, me informan que aún no está a la vista.

-- ¡Pero si nos queda un güevo todavía tio!

¡Cagüen! Pues yo ya estoy hasta las narices de las raquetitas macho…
 


Rafa no es que vaya arrastrao como yo, pero también tiene sus motivos para pensar en renunciar al Alba. El descenso que a los muchachos de los skis les lleva un capítulo de los Simpson, a nosotros nos supone tragarnos Ben-Hur, y ninguno queremos llegar a casa a las 2 de la mañana como la última vez.

-- ¿Nos quedamos tu y yo en ese pico de ahí?

Al principio creo que me lo dice de cachondeo. Pero no, no está jugando con mis ilusiones. Lo dice totalmente en serio.
 


 
-- ¡MARICONES!

-- Paco por favor, ¡apiádate de nuestros matrimonios!


 
Así que nos dividimos después de picotear algo de fuet, y mientras ellos tiran pal Alba…


….Nosotros tiramos pal Paderna por el camino que nos parece más evidente, entre las rocas, siendo por lo visto lo habitual atacarlo desde el Collado de la Paderna (foto de Paco).
 


Subida muy sosilla …
 






….Pero con vistas disfrutonas (foto de Rafa)
 


Desde la cima observamos la subida aproximada que nos marcamos ayer (foto e indicaciones de Rafa, en verde la parte oculta, la bajada por Literola no está marcada):
 


 
-- Qué, ¿le entramos a esa cresta?


Ya otro día si eso. Más que una cresta, se trata de un flanqueo expuesto, pues por el filo hay mucho cornisote, y está claro que se tendría que atacar por la izquierda, con un buen tobogán a los pies. Rafa propone asomarnos al Collado, a ver si al menos podemos bajar hacia la renclusa y hacer una circular.
 


Pero como pone en el mapa, el camino hacia La Renclusa no es por este collado, sino por el siguiente, que pilla algo más arriba. Bajar por aquí sería bastante más complicado, y además somos conscientes de que nos hundiríamos fatigosamente. ¡Le den!. Nos volvemos por donde hemos venido. Está claro que este no es nuestro finde.
 



Una fotillo a los cornisotes de antes, que desde esta perspectiva se aprecian mejor:


Y vuelta al Hospi a por un par de cervezas y bocata de lomo.
 


 
De nuevo la nieve se nos apelmaza en los antizuecos como ocurriera ayer, y nos pasamos todo el regreso clink-clank clink-clank con el piolo sobre los crampones para deshacernos de los taconazos.

Sabemos que cuando veamos las fotos del Alba en el blog de , Miguelón nos darán envidia estos, pero ahora mismo estamos un poco cansaos de tanta nieve blandurria. De hecho, toda la gente que nos cruzamos va con tablas. Todos menos el perro de la foto… ¡y aún así nos lleva 2 patas de ventaja el jodio!





3 comentarios:

  1. Maricones, maricones, jajaja
    Dejad la infantería y poneros con los esquis......

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    1. Ojalá Miguelón, menuda envidia dais al bajar.
      Mucha suerte con la Chamonix-Zermatt campeones!

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  2. Como siempre muy buena crónica, detallado y te echas unas risas, me quedo con esta frase jejeje

    -- A 40km/h ni de coña –apunto- Eso sería como ir en un vespino ¡y esto alisa las arrugas del jepeto más que el botox tio!

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