sábado, 25 de mayo de 2013

Maladeta por el collado de la rimaya – Invernal a las puertas de Junio

A punto de cumplirse un mes desde el último viaje a Piris, había muchas ganas de regresar para aprovechar los increíbles espesores de nieve aún presentes allí, y quitarse un poco el mal sabor de la última salida sin cima a Punta Escarra. Parece que el mal tiempo, y las obligaciones tanto mías como de Pablo, se han aliado para impedir que nos quitemos la espinita, así que no me lo pienso dos veces cuando Marina, Chema y Joserra proponen una escapadita a Benasque, sobre todo después de haber visto el repor de Cabrejano en Mendiak. A Joserra ya le conozco de un par de salidas a la Majadilla Verde y La Gran Diagonal, y a Marina y Chema “virtualmente” a través de Miguelón (leáse por ejemplo Chamonix-Zermatt), y de la propia web de Chema (http://www.estiloalpino.es/). ¡Mucho más de lo habitual para un acoplaete de la vida como yo! J

El plan inicial es: Salir el viernes sobre las 16:00 de Madrid para vivaquear en Benasque, sábado subir con tol mochilón al Collado de Coronas a plantar las tiendas y de paso hacer el Maladeta, y domingo Aneto bien por la normal o el Estasen, y pabajo. Completito, vamos … Parece que voy a ser el único que no vaya con skises, así que mi plan particular es sólo hacer Maladeta, y el domingo bajar directamente para que no tengan que esperarme demasiado. El Aneto por la normal ya lo tengo tachao, y pal Estasen necesito un poco más de confianza con la gente para poder sollozar a gusto y no perder esa ínfima dignidad que me queda J

¿La previ? Ummm, pues la verdad es que parecía muy buena a principio de semana, y algo peor a medida que avanzaba... ¡Pero para nada imaginábamos lo que nos íbamos a encontrar! Así que nos embarcarnos el viernes rumbo a Benasque en la furgo de Joserra, escuchando a David Bowie, George Harrison, y alguna que otra cancioncilla que, por mucho que él diga que son cantautores, a mí me sonaba a los perroflautas de Las Descalzas que me solía encontrar en mis visitas a Discos La Metralleta (dicho con todos los respetos, que más de una vez les he soltao la gallina ¡eh!)

Sábado 25 de Mayo                                                                    


Algunos hemos decidido sacrificarnos y dormir en la furgo para que el resto no tuviera problemas de espacio en el techado del área municipal


Se supone que la meteo va a ir despejando hacia el medio día, y vamos a ir cargaditos, así que nos lo tomamos con muuuucho relax. No será hasta las 09:00 que emprendamos la marcha en las inmediaciones del Hospital. Como se aprecia en la imagen, la pista a Besurta está intransitable, y aunque de momento carguen con ellos a la chepa, los traveseros no tardaran mucho en poder calzar sus tablas.



Finalmente, Miriam decide hacerme compañía y subir a pata. Este año una lesión la ha tenido sentada en el banquillo bastante tiempo, y prefiere dejar las tablas para otra ocasión. Aún no sabe lo cansino que soy yo con las fotos, y la de cámara que va a chupar J


Como dicen donde la Merkel: A patensen o skiensen, todos juntensen:


Seguimos las huellas de la pareja de traveseros que nos preceden, y abandonamos la pista para atajar a media ladera hacia La Renclusa.


Si miras palante parece que despeja…


….Pero si miras patrás, sigue ogcuro como sobaco de grillo:


Palante de nuevo con el refu al lao…


… Y patrás otra vez , ya con el refu bastante más abajo:


A pesar de que la nieve ha estado buenísima para caminar hasta el momento, hemos decidido no parar a “repostar” en La Renclusa por miedo a encontrárnosla más blanda conforme vaya pegando el sol.
Yo he traído raquetas, y para no variar, parece que esta vez tampoco he acertado…¡Ditas raquetas! Cuando no las cojo, las echo de menos, y cuando las llevo, van de paseo en la mochila. ¡Este par de gemelas de TSL me tienen más desconcertao que las de “El Resplandor”!

http://cineclub-orbital.blogspot.com.es/2011/10/el-resplandorthe-shiningdirstanley.html
¡Brrrrr! Tan sólo buscar el fotograma de esta escalofriante escena del magistral Stanley Kubrick para el blog, ya me ha puesto los pelos de punta…

Bueno ,como decía, la nieve de momento perfecta, así que no tardamos mucho en llegar al Portillón Inferior, o como quiera que se llame allí donde se bifurcan los caminos hacia Aneto y Maladeta, y desde donde ya podemos ver el primer objetivo del finde.


El pedrolo que se ve siguiendo las huellas nos servirá de respaldo para descansar un poco sobre el aislante y picar algo mientras esperamos a los chicos de las pieles de foca (“seal skin men”, que dicen los anglosajonianos esos)

-- Oyes: ¿no están tardando mucho éstos? – reflexiono en voz alta
-- A mí no me ha parecido verles desde hace rato…Pero de todos modos, yo es que creo que la idea era tirar para Coronas, y luego, si daba tiempo, venir a hacer Maladeta
-- Ummm. Eso no lo veo…Me parece más lógico dejar los trastos aquí, hacer Maladeta ahora, y luego ya tirar a Coronas a descansar toda la tarde. ¡Seguro que estos cabrones han parao a ponerse gochos a café y tostadas en el refu, y nosotros aquí con las malditas barritas de cereales!

Así que después de esperar un ratejo, y aunque sólo sea para sacudirnos el fregquete del cuerpo, decidimos adelantarnos al Maladeta por nuestra cuenta, dejando los mochilones a pie de pedrolo.


Pero de repente, las nubes que parecía que se iban a quedar estancadas todo el día al otro lado del valle, se animan a hacernos una visitilla, dejándolo todo que ríete tú de cuando se le quemaban las croquetas a tu madre…


¡Mecachis! Pues nada, bajemos de nuevo al Portillón Inferior, no sea que al final lleve Miriam razón, y éstos tiren directos para Coronas y los perdamos de vista.


Recogemos las mochilacas de nuevo (mi-mochilaaaaaaa, como diría el sonao de Pocholo)…


Y nos arrejuntamos tos en el cruce de caminos. Hora de decidir: ¿tiramos para Coronas, o nos quedamos en este rellano mismo? La cosa se está poniendo como para empezar a pensar en plantar las tiendas…


Pero el problema es que hay otro grupo de personas que han salido de Madrid hoy mismo, que no llevan equipo suficiente, y cuentan con nuestras tiendas y hornillos para pasar la noche. Aquí arriba no tenemos cobertura, con lo que no podemos avisarles y corremos el riesgo de no vernos y que pasen de largo…Así que decidimos seguir con el plan previsto, y tirar para Coronas.


Al otro lado del Portillón Superior no se ve un carajo tampoco…


Pero tenemos la esperanza de que, como creímos entender al ver las previsiones, la cosa vaya despejando según avance el día. Mira mira: parece que se abren claros en el cielo, ¿no?


¡Y una leche! Esto cada vez pinta peor. Se nos echa una ventisca encima, y la sensación térmica baja de pelotas. Yo nunca he pasado frío con mis pantalones de Stretch, y aunque no es que estuviera “pelao”, notaba más fregkete que cuando te pones a rebuscar en las cámaras del Supermercado los helados con  mayor fecha de caducidad.


La visibilidad se reduce a pocos metros, y vamos un poco a ciegas a falta de referencias. Nos encontramos con un grupo de guiris que han decidido darse la vuelta, y que nos aseguran que más arriba el viento es más intenso. ¡Buf! Si esto sigue así, a nuestro otro grupo les va a resultar difícil encontrarnos igualmente…Por fortuna aquí arriba sí hay cobertura, y podemos avisarles. ¡Yuju! ¡Nos damos la vuelta! Que no nos importa malcomer y maldormir… pero no hay necesidad de exponernos tanto al viento y el frío ,¿no? Así que alé, a bajar un poquejo, que el cuerpo lo va a agradecer.

Los guiris van con la idea tan fija de no perder mucha altura,  que en un principio nos hacen perder la traza de la apenas visible huella que la ventisca va difuminando. Pero al intuir el murallón rocoso de la cresta del Portillón, decidimos no hacerles mucho caso y seguir nuestro propio criterio. Al final, un poco entre todos, encontramos el camino correcto y dejamos atrás los momentos de mayor nerviosismo.


Por cierto, los tíos eran brasileños jo jo jo. Debieron flipar bastante los pobres…

De nuevo en la bifurcación, no perdemos tiempo en montar las tiendas. Miriam ha tenido buen olfato, y nos indica una hoya menos expuesta al viento algo más arriba.


Justo entonces, no sé si debido al viento como me ocurriera en el fallido intento al Crabioules, o por tener  la cabeza abajo al montar la tienda, me empiezo a sentir como mareado y destemplado. No tengo nada de apetito, y lo único que me apetece es meterme en el saco. Así que a pesar de poder pecar de maleducado, ni siquiera salgo a recibir al grupo que acaba de llegar desde Madrid, y me quedo metido en la tienda con los dientes castañeando : arria-arria-pitá  arria-arria-pitá.

Al cabo de una pequeña tiritona, decido que no es suficiente con quedarme arrugao dentro del saco, y salgo a calentar aunque sea un té. No tengo ganas de andar haciendo los fideos chinos de rigor, pero necesito calentar las tripas. ¡Mano de Santo tú! Fue tomarme media taza compartida con mis huéspedes de tienda, y encontrarme bastante mejor. No lo suficiente como abrirme el apetito, pero bastante mejor. Lo malo es que con las prisas por resguardarme del maldito viento, me metí en el saco sin el obligado pipí de buenas noches, así que ya se puede imaginar…¡Me pasé toda la noche soñando con aseos como el que ví en el Centro Comercial Luz del Tajo en Toledo!   

Aseos de un Centro Comercial de Toledo. No pude resistirme a sacar una foto...

Domingo 26 de Mayo

No haber invertido el tiempo suficiente preparando la parcela para la tienda, me ha obligado toda la noche a dormir sobre el mismo costado. Eso, unido a la presión en la próstata y cierta sensación de frescor en según qué postura sobre el aislante (Therm a Rest Z-Lite), me han “incomodado” bastante el descanso, que además se vió interrumpido por el aleteo de la entrada de la tienda a medio cerrar, agitada por el viento. Lo normal en estos casos, vamos. Así que, aprovechando que los que queremos hacer el Maladeta tenemos el objetivo a menos de 600 metrillos de desnivel, me quedo perreando un buen rato en el saco. Tanto, que cuando nos decidimos a ponernos en marcha ya tenemos unos cuantos por delante de los que suben desde el Hospital jejeje.


Otros deciden ir al Aneto, pero por la normal. Se ha hecho tarde para acometer el Estasen, y además no hay mucha motivación después de la palizilla de ayer. Una pena porque, hoy sí, el día se presenta magnífico.

Dejamos atrás las tiendas con la lentitud propia de los primeros pasos …


…Pero en seguida nos recomponemos y alcanzamos a nuestros predecesores.


Somos a su vez adelantados por otro grupo que inicia el corredor mientras descansamos  y picamos algo.


Ahora sí, vamos parriba. Realmente, como se puede apreciar en la imagen anterior, lo que es en sí el corredor no tiene mucha longitud. Antes se sube por un cono de inclinación suave y profunda huella:


Que con ligera tendencia a la derecha, nos deja en la base del Corredor, fácil al principio…


… Y más interesante poco después, pues a pesar de tener mucha huella, la nieve está dura y en algún punto conviene patear para afianzar pies.



Se trata tan sólo de unos pocos metros con algo más de inclinación, quizá 50º. El resto 45º, e incluso menos a la salida, como se puede apreciar en este “posado”:


Desde el collado, ya sólo nos queda un paseo hasta la cima (al fondo en lo alto se ven personas hacia el Abadías):


¡Y ale! Otra a tachar del “50 Ascensiones” del tito Lora. Miriam también está muy contenta porque no se veía subiendo la canal. Si supiera que está junto al rey del acojone… ¡jo jo jo!

Foto cortesía de Paco

Nuestros compis del Aneto deben estar entre toda esa hilera de hormiguitas que van cruzando el glaciar:


Y el resto de los que venían con nosotros, por el Collado asoman:



Ahora sí, foto de cima grupal:



Y pal Abadías que nos vamos nosotros también, que ya que estamos aquí, en cinco minutillos de facilííííísima cresta, tachamos otro 3000  (*). Fijarse en el círculo rojo en la mitad del recorrido señalado.



Se trata de una pareja que iba delante de nosotros y que, para no regresar por el mismo sitio, han decidido bajar por esta canal para luego regresar por el Portillón, haciendo así una circular. Puede ser una buena idea para plantear una jornada incluyendo el Aneto…Suponiendo que la bajada tenga salida practicable al glaciar , claro. Nosotros no regresamos exactamente sobre la misma huella al Collado, así que no puedo asegurar que no se dieran la vuelta y tuvieran que remontar de nuevo.


Nosotros a lo nuestro, que es tocar el pedrolo del Abadías(*)


Porque lo que es subirse encima, ¡se va a subir su prima la del pueblo!

(*) NOTA 25/06/2013- Paco el profe, que no está satisfecho con todos los cates que acaba de repartir antes de este fin de curso, me comenta que de tachar el Abadías, nanai, y que por lo visto nos quedaba aún un buen trecho. A mí, como para poder tachar los 212 esos me quedan más de 200, igual me da uno más que menos...Así que ahí queda hecha la corrección.

Cuando regresamos al Collado, vemos que hay muchos puntitos esperando en las inmediaciones de la  rimaya :


Así que nos apresuramos a bajar antes de empezar a cruzárnoslos a todos:


¡Come on come on!

Foto cortesía de Joserra

¡Eeeeeh! ¡Echa el freno Magdaleno que aquí conviene ir un poco más despacio!

Foto cortesía de Joserra
Pese a lo que pueda parecer en la foto, el corredorcillo no es demasiado expuesto. El único punto malo es justo el que estamos atravesando, al tener rocas debajo. Aún así, mejor con 2 piolets que uno, sobre todo pensando en la bajada.

Con los deberes hechos, regresamos a las tiendas. Unos a pata, y otros disfrutando de las tablas.


Si ayer pasamos frío, hoy nos toca quemarnos al sol esperando al resto de gente. Les fundimos nieve pensando que vendrán sin agua…¡pero a menudo caemos en la tentación de bebérnosla nosotros jejeje!


Miriam y yo pensamos en iniciar la bajada en previsión de lo rápido que irá el resto, pero nos comentan que uno de los chicos que vino ayer desde Madrid, y que ha tirado para el Aneto, va también a pata. ¡Cagüen! Si lo llego a saber, me hubiera encargado de convencerle para ir con nosotros jejeje J
Por fortuna, es de los primeros en regresar, así que para cuando los esquiadores inician el descenso todos juntos, los infantes ya estamos en La Renclusa.


Eso sí, ¡qué envidia cómo bajan macho! ¡Yo quiero de eso!
Pero bueno, bien pensado, digo yo que nos les dará tiempo a hacer tantas fotos de bajada, ¿no? J





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