Los calores estivales nos
empujan a guardar el material de nieve, desempolvar los gatos, y olisquear como
lobos los pocos dominios escalables durante el asfixiante verano madrileño, que
se cotizan más que las gulas en Nochevieja.
Normalmente echamos la primera
meada del rastreo en El Vellón, que quieras que no siempre intimida menos al
tratarse de vias cortas y ayuda a subir la moral. Pero como quiera que aquello
sigue inundado, probamos suerte en “las de siempre” del Pontón de la Oliva. Osea ,Zona de
Arriba ,pasá la pasarela, ande da la sombra por la tarde.
Nada más llegar, comprobamos
que son varios los que han marcado territorio antes que nosotros, así que nos
tenemos que conformar con uno de los IV que acaban de dejar libre dos niñas de
8 años y el padre de una de ellas. ¡Uy qué penaaaaa!
La foto puede parecer mala,
pero refleja bien la realidad. Cuidao con la pierna de aquel señor, oiga me
permite usted echar mano a esa presa si ya no la necesita más…etc.
Hemos traído nuevo compi para
que se suelte escalando de primero, y la verdad que estas vias son ideales para
tal propósito…siempre que uno chape la cuerda que le corresponde, claro….
-- Oyes: que digo que la cuerda
mía es la roja, ¿no?
-- Si, la del mismo color que
la que tienes atá al arnés – qué lio cuerdas, macho.
Estas vias, como todas las de
aprendizaje, tienen la entrada pulida. Pero arriba se disfrutan mucho por lo
generoso y abundante de sus agarres.
Otro vistazo de la zona de
los IV con Gonza mascando cuerda:
Después de haber encadenado
las 2 mismas vias que las niñas de 8 años, nos sentimos un poco más machos, y
al estar todos los V ocupados, decidimos subir hacia la derecha (según se
encara la pared) a por los dos seisases próximos.
Allí parece ser que no han
subido las niñas de 8 años, sino que estaban algunos de sus amigos y amigas de lo menos 12 años. Así que claramente se
trataba de algo más serio… J
Me animo a abrir el primero
de los 6a ,una vez chapado el primer seguro con ayuda de la pértiga que he
comprado al efecto, con una pose que rite tu de los del bulder ese: pieses pa
un lao, tronco pal otro, ¡y mano que rebota de seguro en seguro y todo! Es lo que tiene llevar la
cuerda por arriba, oiga…
La entrada es justo el paso más difícil de la
via, pero aún así me veo obligado a pedir silencio al par de cabrones que se
mofan de mis canillas, al comprobar que la tercera chapa aleja más de 2 metros . Luego ya, viene
la tranquilité y el disfruté.
Panorámica de la via en el turno
de Gonzalo:
Resuelve la entrada con menos
floritura, colocando mejor pies y puede que también bloqueando más:
Después vamos a la de al
lado, 6a que se puede trampear sirviéndose del canalizo, chapando la primera
con la pértiga…¡e incluso ayudándose nuevamente del invento para la segunda
chapa como muestra la siguiente imagen del indigno momento!
Yo no tenía buen recuerdo de
esa via y no estaba animado a abrirla, así que Gonzalo sacó toda su inventiva
para completar el recorrido, como muestra también esta imagen del momento “mano
que chapa coge, huevecillos que no encogen”.
Y es que es justo al final,
cuando uno ya no se puede ayudar más del canalizo, cuando viene el paso clave
de plaquita, de esos de equilibrarse con poca cosa para los dedos (bidedo si
eres pianista, monodedo si eres chapista), y colocar bien pieses, como
demuestra la secuencia de Jorge:
Y la cosa no da para más…
A lo tonto a lo tonto, se nos
han echao las 22:30 encima y sólo hemos hecho 4 vias.
En resumen: bien por aquello
de tomar contacto con la roca, y mal porque uno se desengaña y vuelve a
recordar lo ingrato de la puñetera escalada. O le metes caña de continuo, o no
te comes un colín. Con las épocas de parón seguidas de salidas esporádicas en
verano, no se avanza ná, y uno se siente como Bill Murray en “Atrapado en el
tiempo”: las mismas vias de siempre, los mismos nervios, la misma flojera , la
misma torpeza…¡Ke Agko!
Pues yo me lo pasé de rechupete.
ResponderEliminarAunque me pensaba que estaba fuerte como Tarzán al ir dos veces a la semana al rocódromo, estas salidas me ponen en mi sitio ( el de los paquetes ).
En fin, que espero repetir cuando os salga de los pies...eso sí, mi perra se está afilando los piños para cuando vea al mamonazo que la tiró al río.
Un saludo Jenofonte de las Montañas.
Muy buena hombre! Si no se hiciesen trampillas no sería ni la mitad de divertido jejeje.
ResponderEliminarSaludos
Trastornado con coleta: si de momento tu sitio no estuviera en el de los paquetes...¡no querrías salir con nosotros! ¡Pero sólo de momento ,eh!, que se te ve que eres un diamante en bruto ;-)
ResponderEliminarGracias por el comentario...y por obligarme a buscar quién fue Jenofonte en la wikipedia. Ya discutimos la próxima vez que te asegure lo del estilo jejeje.
Jonatan: la verdad que unas risas sí que nos echamos. Si es sano saber reirse de uno mismo, entonces seguro que estamos a tope de salud jijiji. El tema es que esas vias son viejas conocidas, y también nos queda algo de rescomorcillo de que no salgan fácil, no creas...¡Gracias por la visita!
Grande Dani!! no estuve pero lo he disfratado como si hubiese ido,
ResponderEliminar¡Hombre Paco!
ResponderEliminar¿Tu disfrutando deportiva aunque sea virtualmenteeeee?
¡A ver si todavia te va a dar por el bulder ese! ;-)
Enhorabuena a vosotros por la Pared de Santillana del otro día, que eso sí que es escalar de verdad.
Gracias por la visita, campeón.