http://trepallina.blogspot.com.es/2015/02/ascension-el-yelmo-y-circular-la-pedriza.ht ml
Aunque aquella circular pedricera fue muy disfrutona (muy recomendable hacerla con nieve como nosotros, el paisaje gana mucho), y pude tachar uno más del "50 Ascensiones clásicas" del Lora,me quedó un sabor agridulce como el de la salsa de los rollitos chinos, ya que no lo hice por alguna de sus vías de escalada.
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No me equivoqué: a pesar de que Pablo se chupó los largos L1 y L3, el más técnico y el más expuesto respectivamente, creo que es la mejor vía de escalada que se puede elegir para llegar a la cima. Muy bien equipada por Tino Nuñez, me extraña que no esté incluida en la guía de Luis Santamaría, ya que aunque es cierto que el L3 no tiene seguros, tan sólo los dos primeros ya merecen la pena aunque no se llegue a cima. Porque como siempre digo, no es fácil encontrar en la Comunidad de Madrid vías asequibles y bien equipadas de más de un largo...
El mejor croquis que se puede encontrar en Internet es justo el de Miguelón :
http://simplementemontana.blogspot.com.es/2013/09/via-pulpo-serrano-v-norte-del-yelmo .html
Para la vía nosotros empleamos una sola cuerda de 70m, 12 expreses, un camalot amarillo para proteger el paso antes de meterte en la mini-chimenea del 3er largo (4 pasos en oposición culo-pies), y material para las reuniones.
Llegamos pronto para aparcar en Canto Cochino, y ya desde primera hora se nota que va a hacer calorcito...
Como en hora y media, más o menos, llegamos a la base del Yelmo:
Ya vemos escaladores metidos en la impresionante cara Sur. Deben haber vivaqueado en las inmediaciones, porque es demasiado pronto para haberse metido tol pateo desde abajo y alguno estar ya rapelando...
También hay cordadas en el vecino Rompeolas. Este risco es mucho más asequible que el Yelmo, y recuerdo haber hecho alguna de dos largos en él. Lamentablemente, en Madrid hay mucho hijo de puta suelto, y es bastante frecuente encontrarse con alguna de las vías fáciles parcialmente desequipada, sobre todo si están cerca del Parking. Tal es la animadversión de algunos de esos que se creen los dueños del lugar hacia los escaladores más noveles o temerosos que, en el colmo de las imprudencias, no quitan las primeras chapas para que sirva de aviso, sino que igual retiran esa chapa a la que estás deseando llegar después de sudar tinta en esos pasos imposibles de destrepar, que te desmontan las reuniones, como me llegara recientemente un aviso por whatsapp respecto a este risco del Rompeolas. Así que ojo con los itinerarios más asequibles, y a tratar de informarse bien o visualizar el recorrido antes de empezar.
Afortunadamente, eso no parece haberle pasado a nuestra vía de hoy, que logramos reconocer a la derecha de la fisura con chorrera negra.
Nos preparamos mientras vemos gente subiendo por una canal a nuestra izquierda, por la que también descenderemos nosotros después.
Empieza Pablo, primera chapa algo alta pero se llega bien:
Segunda chapa próxima a la anterior. En estos primeros pasos tendré un resbaloncillo cuando suba de segundo, hasta que el gato coja tacto, pero se hace bien.
Bien chapada, sí señor:
Pablo a punto de enfrentarse al paso más duro de toda la vía, el techito que está sobre su cabeza antes de llegar a la R1.
Hay que echarse un poco a la derecha, y subir pies. No hay donde agarrar, es alzarse en equilibrio sobre los pies, que tienen buenos apoyos (regletas, no adherencia pura), pero que hay que subir bastante. De hecho, Pablo cogió su pie derecho con la mano para guiarlo hasta el apoyo bueno... Los dos somos altos , supongo que alguien de menor estatura tendrá que equilibrar aún más y le resultará algo más difícil.
Pablete admirando el paisaje desde la R1:
Me toca el L2. La salida está un poquejo pina, pero hay muchas rugosidades para apoyar los pies.
Lo veo más fácil por donde está Pablo, así que me echo un poco encima de él. ¡Ale hop!
Ale ya está, después de la salida ,plaquita fácil muy tumbada.
Después viene otra plaquita de adherencia más tiesilla, pero que gracias al buen equipamiento se hace fenomenal sin ningún miedo.
A la R2 se llega en un periquete. No sé si no está todo bien colocao, o es por tratarse de placas tumbadas, pero me dejo los riñones recogiendo cuerda...
Ahí viene Pablo:
Admirando paisaje desde la R2 :
Hazme una a mí, porfis:
Desde aquí tenemos muy cerca ya la cima, con la gente que ha subido por otros recorridos sobre nuestras cabezas. La placa a la izquierda está muy tumbada pasado el resalte inicial, pero no tiene ningún seguro ni parece que se pueda proteger más que al principio.
Así que Pablo prefiere ir a buscar la pequeña chimena que queda a nuestra derecha, como le han comentado Miguelón y Paco. Por cierto, ellos empalmaron el L2 y el L3 y lo desaconsejan por rozar demasiado las cuerdas.
Protege el paso con un Camalot amarillo:
¡Y ya está arriba! Desde ahí, unos pocos pasos hasta llegar al vértice geodésico (II), donde montará la R3.
A ver que pinta tiene eso, que yo no he hecho nunca una chimenea más que cuando subía a un tejaillo de niño...
¡Ala que diver! Los pies en una pared , la chepa en la otra, y en 3-4 pasos ya estás arriba. Estoy sacando la foto sentado sobre el final de la minichimenea. Si es fácil, cortita y sin patio como ésta, mola un montón.
Ya sólo toca andar hasta el vértice geodésico, del que se ha servido Pablo para montar la reu:
La pareja se queda un poco descolocada al vernos. Él explica a la mujer que hemos subido por una vía de escalada, y que por eso llevamos tantos trastos.
-- Y eso son los pies de gatos, ¿no? Que me han dicho que son superincómodos, ¿no? -pregunta ella.
-- La verdad es que sí, y además huelen que tiran patrás. Ahora os dejo oler, ya veréis - respondo.
Entre risas, nos hacen el favor de sacarnos esta foto de cima:
Desde aquí se distinguen fácilmente las Torres más altas de Madrid
Manzanares con el Embalse de Santillana, Soto ...
Para bajar usaremos la chimenea de la Normal:
Esta vez me resulta menos incómoda que cuando subí en Febrero. Sigo pensando que es mucha mejor opción que la Valentina (III) como destrepe.
Después sólo nos queda bajar por la canal en la que vimos subir gente cuando preparábamos trastos, más fácil de lo que parecía desde abajo.
Vistazo a la pared antes de irnos, donde vemos a otra pareja haciendo la vía del diedro, mucho más difícil.
Pintorrojeo con el trazado aproximado de nuestra vía sólo como referencia posicional, no tomar nada en serio.
Puede que para muchos sea una vía sosilla, pero yo he cumplido un pequeño sueño al subir escalando al Yelmo (aunque Pablo se ha chupado lo más difícil y expuesto, todo hay que decirlo) y me voy muy muy contento. Vamos, que creo que no me empalmaba tanto desde la nochevieja de 1987...
Para completar además una circular, bajaremos por el barranco de los huertos en vez de seguir el mismo camino de ida.
Un camino muy bonito...
¡Pero tan directo que resulta un auténtico rompepiernas!