Intento convencer a unos amigos, una pareja que conozco desde hace tiempo, para montarnos un finde en Piris.
Pero entre que las fechas no cuadran, y la falta de experiencia en terreno invernal, la cosa no cuaja.
Para intentar paliar lo segundo, y vernos al menos las caras, aprovechamos el buen estado de nuestra querida querida Sierra para empezar el año con buen pie.
-- A ver donde nos vas a meter, que tu no tienes ni guarra...
-- Trankis, que ya vereis como es un buen sitio para desempolvar vuestro material.
Le pegan mucho a la montaña, tienen dos perros que están hasta los huevos de ellos de las caminatas que les meten. Pero en nieve, están aún más verdes que yo, y no han vuelto a usar su material duro desde que hicieron un cursillo.
Les llevo al Tubo Central, donde encontramos un buen espesor de nieve reciente. En la foto se aprecia un grupo de personas a pie de laguna, y otro a media altura enfilando la Canal de La Ceja.
Como se aprecia, la pendiente es muy muy asequible, y con eso de que las pisadas profundizan en el terreno, pues más anchos que panchos.
Resultaría más útil llevar un bastón y el piolet como seguro, para no ir tan encorvados, como sucede si quieres ir clavando el piolet.
Ellos deciden tomar el escaqueo de la derecha, y yo sigo directo hacia la cornisa, donde la pendiente se acentúa en los últimos metros, y ya sí es necesario usar el piolet para progresar.
Coincidimos en lo alto, y mientras nos dirigimos hacia la cima, desaparece el sol que nos ha acompañado hasta entonces. Empieza a soplar un viento frio que nos obliga a abrigarnos bien y dar media vuelta.
Fijarse en las sujecciones de los bastones a modo de mangueras de viento.
En Cotos, sin embargo, no se está nada mal, así que completamos la mañana con un paseo por las inmediaciones del Refugio Pingarrón.
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