Peña Mea es otra de esas montañas asturianas que, sin tener demasiada altura (1557m) , ofrece buenas vistas panorámicas, de las cuales no pudimos disfrutar del todo en esta visita.
Sin embargo, lo que más afama esta excursión , más que las vistas desde su cima, es el curioso "ojo de buey" que encontraremos durante el recorrido, el más famoso de Asturias:
De un modo u otro, la peña está recogida tanto en el "Las 100 Montañas Más Guapas de Asturias" de Ángel Fernández Ortega, como en "Asturias, 40 rutas a pie" de Alberto Álvarez Ruiz, (ed. Calecha) que es la guía que compramos reciéntemente.
Ignorando uno de los consejos de esta última guía de dejar en casa el GPS de vez en cuando, decidimos seguir el track Wikiloc de Pasu a pasu 😉 (ruta bastante señalizada e intuitiva de ida, y menos evidente de regreso)
Para llegar al pequeño parking junto a la Ermita de la Visitación en Les Campes, sin problema hasta Fresnedo, por carretera "güena". Ya atravesar la población te va poniendo en situación, y de repente, la carretra parece acabar y pasar a pista bien estrecha ...
Paro el coche, dudo, me asomo un poco...Y un paisano trabajando en el terreno próximo nos termina de confirmar.
-- ¿Vais a Les Campes? Por ahí todo recto, no tiene pérdida
-- Pero, ¿tiene mucha pendiente? -- pregunto preocupado por todo lo que hemos subido en La Cuesta (nombre que le va que ni pintado a la población) antes de llegar hasta aquí.
-- Nada, nada , sin problema para turismos
Y en verdad , no es mala pista salvo por la estrechez , que en algún tramo haría muy complicado el cruce de 2 vehículos (foto de regreso):
También nos sorprende el parking , que pensábamos era más grande y ya encontramos bastante ocupado a pesar de ser aún temprano... He de reconocer que soy poco imaginativo para encontar huecos, y un grupo numeroso que llega mientras calzamos las botas, nos enseña cómo hacer Tetris con los coches (aún así me alegra que llegasen justo después de aparcar nosotros 🙂)
Cartel informativo de la ruta junto a la Ermita. Nosotros optamos por hacer la subida por la Collá Pelúgano, y el regreso bajando por la Collá Doñango. El tiempo se puede recortar bastante si se está acostumbrado a hacer un desnivel similar.
Nos alejamos de la ermita aún por pista asfaltada , doblamos la curva que se ve al fondo...
....Y en seguida vemos la primera señalización "rústica" hacia Peña Mea:
Siguen llegando coches al pequeño Parking...
Otro cartel "rústico" que nos pone en situación de elegir entre una Collada u otra, cual Morfeo ofreciendo píldora roja o píldora azul. Nosotros por la Collá Pelúgano
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¿Despertar y afrontar el duro peso de la realidad, o aceptar una placentera sumisión?
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Últimas viviendas:
Fuente:
Ya en la Collá Pelúgano, desde donde las vistas ya lucen guapas. A la altura de la cruz aproximadamente, giramos a la izquierda
Algún paisano parece haber subido desde la otra vertiente en todo terreno...
El camino se estrecha pero sigue siendo evidente de momento:
Está nublaete pero se va bien en manga corta, nada de viento:
No pide el cuerpo usar la fuente ...
Ahora si empieza a coger pendiente esto...Hay marcas blanquiamarillas para guiarnos:
Nos hemos entretenido charlando con un chaval francés que iba ya de bajada, y nos alcanza el grupo numeroso que estaba aparcando cuando nos calzábamos las botas. Se trata de un grupo de montaña gallego , varios de cuyos miembros tienen pinta de machaquillas trail-runners de esos, y con los que nos adelantaremos mutuamente en varias ocasiones, dependiendo de si esperan al resto del grupo, o siguen su propio ritmo.
Un poquito más de pendiente, y el famoso Ojo de Buey ya se deja retratar:
Pasamos junto a su base, pero no lo rodeamos por detrás para asomarnos y sacar una foto a modo de ventana. Desde esta vertiente, no es fácil auparse.
A partir del próximo collado de Les Llombetines, el sendero sigue estrecho y en algún paso puntual hay que echar alguna mano, pero sin ninguna complicación. Es un tramo de travesía sin ganar mucha altura.
Después, la pendiente vuelve a acentuarse, donde el pelotón perseguidor parece romperse algo, con unos miembros pisándonos los talones y otros más distanciados:
Por suerte vamos a ganar el final de etapa respecto a ellos, y las personas que hay en cima ya están de retirada... 🙂
Así que, aunque brevemente, vamos a poder disfrutar de la cima para nosotros solos y tirar alguna foto:
Vacas sin vértigo. Debe ser que los pastos , cuanto más altos, más sabrosos, no me jodas ...
Vistazo hacia la mini-anchi-crestilla sin ninguna dificultad que hay que cruzar para lacanzar la cima, con los anteriores inquilinos en retirada:
Y hacia el otro lado, hacia la caseta de cima. Bajaremos por donde está la vaca:
Disfrutando de las vistas, hasta donde las nubes nos dejan. En días despejados, alcanzaríamos a ver Picos de Europa.
Hito cimero con curiosa inscripción:
Dejamos atrás la caseta cimera, y bajamos por la otra vertiente, para completar la circular:
Un pequeño perro que andaba solo por la cima , la emprendió con una de las vacas, mordiéndole la cola y espantándola, y la llevaremos delante un buen rato, además de los montañeros gallegos :
A partir de donde comienzan los árboles, el terreno está bien resbaladizo, y el culetazo es más que probable...
Terreno embarrado, malo sobre todo cuando el barrillo cubre rocas:
Vistazo hacia atrás , de donde venimos , ya con la vaca pastando de nuevo y apartada de nuestro camino...
....Y hacia el otro lado de la Boyica, desde donde también sube gente que ha optado por hacer el recorrido al revés que nosotros. En algún sitio leí que el rebaño alrededor de la cabaña está custodiado por un par de mastines, y podemos dar fe de que así sigue siendo. No pasar demasiado cerca de la cabaña por si acaso ...
De nuevo un tramo con rocas resbaladizas en una pequeña canal con paso por portezuela para salvar una alambrada:
Nos cruzamos con algunos excursionistas más que han optado por hacer la circular en sentido inverso. Casi en el centro de la imagen, al sol, se intuye la Collá Doñango. Cuando lleguemos a ella, giraremos a la izquierda, y en seguida alcanzaremos la pista que nos lleve de regreso a Les Campes:
Vistazo hacia atrás desde la Collada, por donde hemos bajado:
...Y hacia donde debemos dirigirnos ahora, a alcanzar la ancha pista. Nosotros seguimos la pista hasta que nos llevó de regreso al parking, pero el grupo gallego de montaña debió recortar en algún punto, porque incluso miembros que llevábamos por detrás en la Collada, ya estaban cambiando ropa para cuando nosotros llegamos al coche.
Tampoco creo que merezca tanto la pena recortar mucho, porque ya de por sí la excursión se hace algo corta, unas 3h45min en nuestro caso.
Después ,cuando regresamos con el resto de la familia, pudimos ver por primera vez las terribles imágenes de la Dana y los estragos que había causado, sobre todo en Valencia . Habíamos escuchado algo en la radio, pero ni de lejos podíamos imaginar que se trataba de una de las mayores tragedias naturales ocurridas en España ,y sus terribles efectos , tanto materiales como, desgraciadamente, personales (226 fallecidos y 13 desaparecidos en el momento de escribir estas líneas)
Uno se sentía culpable por disfrutar de unos días de descanso en lugar de salir corriendo a echar una mano. Pero la razón también te dice que quizá esa no sea la mejor forma, provocando más atascos y problemas logísticos, y al final optamos por la opción económica a Cruz Roja, deseando que el dinero de verdad llegue adonde tiene que llegar...
Como nos tienen acostumbrados, volvimos a asistir a un lamentable cruce de acusaciones entre políticos de distintos partidos , y por un motivo u otro, mucha ayuda se retrasó innecesariamente, siendo los voluntarios de a pie quienes tuvieron que dar ejemplo , antes de que, al fin, dejaran actuar a la estimada y valiosa UME como la situación requería.
Ojalá que toda la desgracia ocurrida no sea en vano y nos sirva para reflexionar y tomar las actuaciones necesarias para que no vuelva a ocurrir algo tan terrible...
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