Así que me acerco a la piscina municipal a por el ticket de acceso para la pista de Ruego, pero preguntando qué tal está, que si "yo no metería mi coche por ahí, que mejor si vas con un coche alto"...que al final, ya con el ticket pagao y todo, reculo, y pienso que mejor nos vamos al Robiñera desde el Parador de Bielsa, que ya lo conozco y es tranquilito (largo, pero sin complicaciones, quicir).
Llanos de Lalarri:
Dejamos el coche en el amplio parking con otro ticket correspondiente, y cogemos el camino por detrás de la pequeña Ermita próxima al Parador:
Primera subida picantona con el cuerpo aún medio dormido, pero bien fresca :
En seguida se alcanza un pequeño mirador con cartel informativo , donde las vistas son espectaculares:
Tenemos varios metros por terreno totalmente llano para descansar piernas antes de acometer la subida visible al fondo y que desde aquí parece infranqueable:
No sé qué tal noche le habrán dado los jamelgos a los excursionistas (me recordó a mi primer vivac en solitario cerca del ibón de Estanés) , pero desde luego ya les están incitando a levantarse 🙂
Vistazo atrás:
Cascada de Lalarri bastante cerca, no llegamos a su base :
Conviene aclarar que nuestra intención inicial era ir al Robiñera, y por tanto, las siguientes imágenes no pertenecen a la excursión de los Llanos de Lalarri, y sería suficiente con visitar la cascada.
Pero para ir al Robiñera, sí que sería necesario seguir subiendo, e incluso apoyar manos en algún punto (muy fácil):
De repente, el chaval me dice que no se encuentra muy bien. Paramos un poco, a beber y descansar, que la verdad que hasta aquí hemos venido bastante deprisa, pero no termina de encontrarse a gusto. ¡Ufff! Aún nos queda mucho para el Robiñera, tanto en distancia como en desnivel, y aunque de momento la mañana sigue fresca , hay previsión de altas temperaturas, como todos estos días atrás.
Nada, nada: lo dejamos para otro día, media vuelta y sin problema:
Dejamos atrás la cascada, donde unos zumbaos se han puesto a bañarse en pelotas, picoteamos algo, y el chaval parece encontrarse mejor.
Le propongo intentar hacer una especie de circular para no volver a bajar por el mismo camino hasta el parking, en plan tranki, y acepta encantado. Cogemos el desvio hacia la cascada del Cinca:
Bonito tramo de bosque:
...Y llegamos a un curioso paso equipado con cadenas....
....Mucho más pintón en foto de lo que en relidad es. No tiene nada, pero es verdad que con niños habría que tener el debido cuidado, y con perrete puede ser más complicado:
La zona próxima al Mirador ya la tenemos controlada de otras ocasiones, pero nos sigue maravillando como el primer día. Es un valle precioso:
Idem con la bajada al parking desde el Mirador. No hay fotos del resto de cascadas, precisamente por tenerlas ya vistas , sorry :
Paseo por Bujaruelo:
Para los muy poco andarines, existe la posibilidad de deleitar algo más la vista en las proximidades del refugio de Bujaruelo, con este corto paseo que consiste en seguir el curso del rio Ara por una de sus márgenes, y regresar por la contraria una vez llegado al puente de Oncins. Todo por pista y sin desnivel, y con una duración que ni de coña llega a 1h por más que lo queramos estirar.
En nuestro caso cruzamos primero el puente de piedra:
Y no tardamos en vislumbrar un búnker , que no es de la Guerra Civil, sino posterior, perteneciente a la "línea P"que el dictador Franco mandó construir, temiendo una posible ofensiva de los aliados por los Pirineos (hay varios ejemplos bien visibles y accesibles a lo largo del Paseo de los Melancólicos en Canfranc, si gusta visitar este tipo de monumentos)
Interior , con base cementada para el apoyo de ametralladora y tronera :
Siguiendo el curso del río relajadamente:
Y llegada al puente de Oncins en ná y menos, con el caudal del río muy mermado, pero aún así alguno intentando refrescar piernas en una de las pozas:
Si lo que se quiere es refrescar gaznate, hay una fuente algunos metros más allá, ya de regreso, por la margen opuesta del río. Si no hiciésemos el giro en "U", y siguiésemos rectos por la pequeña pista que se aprecia sobre la cabeza de los chicos, iríamos al Valle de Otal:
Regreso como la ida: por pista relajada , donde cada uno puede enfrascarse en sus pensamientos...
Para los que se queden con ganas de más actividad , y gusten de endurecer pezones, existe la posibilidad de darse un baño en el río junto al refugio... 😁
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