Tenía muchas ganas de ir a
Linza. Tanto por los bonitos reportajes que había visto de Maskarell
y CircoMarco,
como por lo que yo mismo había intuido de los Pirineos Occidentales en mi
visita al Bisaurin,
como por el hecho de subir al punto más alto de Navarra...Bueno, matizando que
el pico en sí no es enteramente Navarro, ya que su nombre viene de haber sido “la
confluencia de los antiguos reinos de Navarra, Aragón y el Vizcondado de Bearne
(Francia)”, y en esas sigue: entre la Comunidad Foral de
Navarra, la provincia de Huesca, y la frontera con Francia (wikipedia).
Echaba un poco patrás la
distancia, pues para los que somos de Madrid, hablar de Pirineos es sobre todo
hablar de Pirineo Oscense, que además de ser el que más 3000 y picos afamados
reúne, está mejor comunicado, y todo lo que pase de las 5:30h de viaje ya se nos
hace demasiado para un finde. Pero eso iba a dejar de ser impedimento al
presentarse la oportunidad de viajar hasta allí dando un rodeo por Logroño, y
alargando las 6h Madrid-Izaba, hasta las casi 8 que tardamos en llegar al refu
de Linza, que quieras que no, es un número mucho más bonito... J
Esté lejos o no, o más en
Navarra que en Huesca o al revés, de lo que no hay duda, es de que se trata de una
bonita puerta, una puerta de las buenas, al Pirineo Oscense....al de siempre,
vamos.
El mítico grupo tomó su sombre de un verso del
poeta William Blake :
“Si las puertas de la
percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es:
infinito” |
Sábado 15 de Marzo
Amanece un día radiante, y
salimos sin prisa después de haber dormido en el refugio y desayunado como
señores con tostadas de verdad (no biscotes).
La nieve está durita, y puedo
avanzar incluso más rápido que mis compañeros con skis. Bueno, a excepción del
infatigable Miguelón, claro...
A nuestros pies, un hermoso
valle que tendremos oportunidad de visitar mañana.
Alguna calva en el terreno me
permite atajar un poco respecto a mis compis. Aún así, mucha mucha nieve para
la altitud a la que estamos. Totalmente distinto a Enero, cuando Paco y yo
tuvimos que desistir de venir aquí por falta de nieve, y lo tuvimos que cambiar
por un Cerro
de los Huertos y Morezón en Gredos (con mucho atino, por cierto)
Miguel y yo vamos un poco
adelantados. Al llegar a este punto, viendo que las huellas se ramifican, tengo
dudas de por dónde tirar.
-- ¿Son las huellas que suben
hacia la izquierda, Miguelón?
-- No hombre, no. Recto, tu
tira recto.
Y, efectivamente, recto
llegamos al Collado, desde donde ya podemos ver tanto el Petrechema a nuestra
derecha, bastante cercano, como La
Mesa a la izquierda, aún a tomar por...
Hace un viento muy desagradable,
y a pesar de estar al sol, nos enfriamos rápidamente esperando al resto de
compis.
-- Pues como haga este viento,
no sé yo la aristilla esa a cima...Igual deberíamos tirar pal Petrechema que
está mucho más cerca- comento, pensando que la arista sería mucho más delicada,
por lo que leí en este repor (la verdad que las condiciones que nosotros
encontramos fueron mucho mejores):
Preguntamos al primer
nontañero que vemos aparecer si ha visto a nuestros compis, y nos comenta que
han tomado la otra huella, la de sentido ascendente, y que aparecerán por
nuestra izquierda...¡Cagüen las huellas que se ramifican!
Pos ale, ahora sí que está
claro: todos para la Mesa.
Nos despedimos del montañero y
su pastor alemán, a los que nos encontraremos más tarde, y vamos en busca del
resto.
Ahora soy yo el que tiene que
dar más rodeo, siguiendo las pisadas de los que van a pata. Los traveseros
seguirán una huella más directa, y nos perderemos de vista entre nosotros.
Un cartel me indica que voy en
la dirección adecuada:
Y , además, me siguen el amigo
al que preguntamos en el collado y su peludo amigo (amiga pastora alemán, no
pastor, mejor dicho), lo cual me tranquiliza.
Sin embargo, me despisto
siguiendo una falsa huella por aquello de querer alejarme de las paredes, y me
cuesta un pequeño sube-baja. El camino va más pegaico a esas paredes. Por
cierto, se aprecia una pequeña canal con buena pinta,¿no?
Llevo un buen rato andando
solo, así que me alegra cruzarme con gente que ya va de regreso.
También vuelvo a ver a mis
amigos :
A medida que me acerco, el
acceso a cima pierde verticalidad y se intuye mejor:
¡Menudo día! Empiezo a
convencerme de que no nos vamos a ir con las manos vacías. ¡Si hasta parece que
ha dejado de soplar el viento aquí arriba!
Reencuentro pocos metros
antes:
Foto a pie de crestilla (yo me
la hago al bajar, que soy superticioso J ):
Y al lío con Mguelón en
cabeza:
Este es el tramo con más
pendiente, donde es totalmente aconsejable un piolet, sobre todo para el
descenso, a pesar de que más tarde veremos subir a una pareja sin ninguna
herramienta. Al amigo de la pastora alemás le dejaré uno de los míos (yo me he
traído los dos, pero con uno es suficiente). Fijarse en el hueco que presenta
la nieve: hay que tener cuidado con los huecos cubiertos por la nieve, no nos
hagan dar un mal traspiés...
A la salida, vamos siguiendo
la traza que marcan las rocas que afloran:
Ahora sí: foto de cima con
Marina con corona y todo jejeje:
-- ¡Reinaaaaaa, reinonaaaaa! -
Se me vienen a la cabeza las locas que tenía chillando detrás en el concierto
de Siouxsie
and the Banshees en Madrid durante su gira presentación del “Superstition”
Siouxsie, indiscutible reina
del post-punk, con la mejor formación de los Banshees con el malogrado John McGeoch a la
guitarra, que fuera encerrado en un psiquiátrico en Madrid al sufrir un colapso
debido al consumo de drogas, y los
habituales Steve Severin (bajo) y Budgie (bateria).
|
Mientras Chema de www.estiloalpino.es y Robert de http://adictosalmonte.blogspot.com.es/
parecen tener ganas de más, el resto nos despedimos de
San Javier con su pañuelo de pamplonica
.... Y empezamos a
descender...
....Arrastrando el culo donde
sea menester (toma pareado):
Mis amigos traveseros se
marchan a tachar la Pakiza
de Linzola y así completar el recorrido
propuesto por Jorge García-Dihinx en su libro "Rutas con esquís por el
Pirineo Aragonés". Yo ya tenía pensado acoplarme a alguien para el
regreso, así que espero a que baje el amigo montañero de la pastora alemán,
quien por cierto nos pone los nervios de punta al ver cómo intenta llegar hasta
su dueño, temiendo que pueda resbalar.
También nos juntamos con la
pareja que han subido sin piolets, siendo así los últimos 4 en abandonar La Mesa , tras un alto para el
bocata.
Vamos sin prisa, hablando de
ésto y aquello. ¡No como mis compis, que cuando nos queremos dar cuenta ya
están casi en la cima!
La verdad, menos mal que he
encontrado a estos amigos...
....Porque bajar en solitario
hubiera sido un auténtico coñazo. Sobre todo el último tramo...
...Donde la nieve blanda hace
que te hundas en más de una ocasión hasta la rodilla o incluso la cadera,
castigando tus ya de por sí cansadas piernas... y parezca que nunca vas a
llegar al refu.
Al final la cosa se ha
alargado mucho, en torno a las 8 horas. Si bien por la mañana la nieve estaba
genial y se avanzaba rápido, la vuelta ha sido bastante tediosa, sobre una
nieve muy húmeda que ha conseguido calar mis preciadas Bestard-K...No sé si
entra dentro de lo normal o no, pero hasta ahora nunca me había ocurrido. Lo cierto
es que son varias las botas dispuestas al calor de la estufa en una especie de
“perchero-botil” dentro del refugio aquella noche: las botas al calor, y
nosotros a refrescarnos con unas merecidas cervezas.
Esa noche soñaré con más
reyes, mis reyes particulares. Reyes de la música, el cine o las novelas, lo
que tenía antes de que se comercializaran los móviles y los videojuegos para
divertirse un chaval, que lamentablemente descubrió la montaña muy muy tarde...
Domingo 16 de Marzo
Mucho antes de que sonara el
despertador, nos ha desvelado a ratos el viento chocando contra la ventana.
Tememos que nos pueda fastidiar el día...y no nos equivocamos. Tan sólo
prepararse en el aparcamiento, se convierte en un show evitando que se vuelen
las cosas, y vemos a nuestro alrededor como alguno tiene que salir corriendo
detrás de una esterilla, o de un buff. Nada más pisar nieve me doy cuenta de
que, además de pelear contra el viento, habrá que hacerlo también contra una
nieve demasiado blanda, así que toca salir con las raquetas puestas.
Cruzamos al otro lado del
riachuelo, y tomamos la pista. A ver hasta dónde llegamos...
Bonito camino entre árboles...
Hora de abandonar la pista
siguiendo la romería:
En cuanto salimos de la
protección de los árboles, volvemos a sufrir las ráfagas de viento, alguna con
tan mala leche que es capaz de arrancarme las gafas de sol de la cara.
No me termino de ver subiendo
siquiera hasta el collado, temiendo que arriba sople con mucha más intensidad,
además de sufrir con la nieve blanda a la bajada.
Me acerco un poco más, y
decido desistir cuando uno de los chicos de bajada me comenta que arriba sopla
muchísimo y han tenido que darse la vuelta, dejando la cima del Petrechema para
otro día. Hago una señal a mis compañeros, y giro sobre mis talones, mientras
ellos sí que deciden intentarlo.
Ya vendré a tachar el
Petrechema aunque sea en una de mis escapaditas en solitario... Un momento,
¿eso de ahí qué es???
¡Ostia puta tú!
Pues igual va a ser que no es
tan buena idea venir solipankis por aquí...A ver si voy a pillar a algún bicho
con hambre, que para haberle arrancao los huesecillos al pobre éste....
El caso es que el sol brilla
en lo alto, lo cual resulta un poco coñazo: por una parte voy con el gore para
que me haga de cortavientos. Por otra, el solitron me hace sudar...
Finalmente , mis compis
tendrán que darse la vuelta, y todos nos quedaremos con ganas de Petrechema. El
viento irá amainando, y nos permitirá disfrutar del bocata en las escaleras del
refu, dejándonos de nuevo esa incógnita de “¿deberíamos haber seguido un poco
más?”. Hubiera sido un finde muy bonito
si hubiéramos podido hacer las dos cumbres...pero la verdad es que no nos podemos
quejar: ayer disfrutamos de una estupenda actividad con un día maravilloso, más
propio de primavera que de antes de un 21 de Marzo, y hoy nos tenemos los unos
a los otros para echarnos unas risas.
Este invierno ha sido bastante
light, y entre los que les ha dado por correr o procrear, o los que hemos
cambiado forzosamente de trabajo y pringamos más findes, el grupo ha estado un
poco más paraete, no habiendo hecho ninguna actividad demasiado notable (Cerro
de los Huertos y Morezón destacaría en mi caso).Así
que al menos me voy contento por haber tachado una cima que tenía ganas antes
de que acabe el invierno...¡Presumiendo de haber hecho una “invernal por los pelos
de Anasagasti”, vaya!
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