Este invierno comenzó muy trágico en el Pirineo, con varias muertes en apenas una semana. El tiempo anticlónico, y el bajo riesgo de aludes, lo hicieron muy propicio para el alpinismo, pero no así para otras actividades, como el esquí o las raquetas. Aún así, la nieve helada llamaba a la prudencia.
No recuerdo si fue esperando algún cambio en las condiciones, o simplemente imposibilidad de encontrar fechas juntos, pero el caso es que el invierno que se nos fue sin darle a los pinchos sin salir de casa...
Menos mal que, aunque fuera ya metidos en Mayo, pudimos ponernos de acuerdo para desempolvar los piolos en un bonito finde, tachando las dos cumbres más emblemáticas de la Montaña Palentina: El Espigüete y Curavacas. Dos montañas a las que tenía ganas desde hace muuuucho tiempo, y no sólo porque las tuviera pendientes en el "50 ascensiones clásicas" de Raúl Lora, sino también por algún finde familiar en el que me tuve que conformar con admirarlas de lejos...
Sábado 7 de Mayo de 2022
La rápida aproximación desde el parking de Pino Llano, y en general la reducida distancia total de la actividad, hace que no madruguemos mucho:
Antes de abandonar el parking hay un cartel informativo con varias rutas. De todos modos, la pista que parte junto al cartel es evidente:
Lo que ya es más fácil pasarse, es el desvío para abandonar la pista, al menos en el
track que nosotros llevamos, que no llega a acercarse al refugio de Mazobre. Si te despistas, pues no pasa nada: tiras pal refugio, y luego enlazas más arriba.
¡Ostras! Cuando vemos el aspecto de esta cara del Espigüete, nos quedamos chafaos. Esta ha sido una actividad bastante comentada en el facebook de "Condiciones de Hielo y Alpinismo", y tan sólo 2 semanas atrás, ofrecía una visión muy distinta. En rojo, recorrido aproximado de lo que haremos. No tomar al pie de la letra, o del punto, mejor dicho.
Dejando atrás el bonito refugio de Mazobre:
Y resignándonos a acometer el buen trecho de pedrera que nos aguarda ante la falta de nieve :
Por fin ya pisando nieve, hacia la cueva que sirve de referencia:
No hay que llegar hasta la misma cueva, sino meterse en una estrecha canal antes de la misma:
Cubierta de nieve corcho, esta canal tiene que ser una gozada. A nosotros nos tocará disfrutarla casi toda trepando en roca:
Vistazo atrás de la progresión de Gonza. Es más fácil de lo que pueda parecer en las fotos (¿II?) Llevábamo material de sobra, y no vimos la necesidad de asegurarlo. Y quien siga un poco el blog ya sabe que yo lo de trepar sin cuerda...¡entre ná y poquito!
Antes de salir de la canal, sí que tenemos que echar mano a los piolos en un par de pequeños resaltes con nieve bien dura, que seguramente concentren las mayores dificultades de todo el corredor. El primero de ellos:
Tramo pelao entre ambos:
Paco y JuanPa dejando atrás el segundo resalte:
Yo me quedo a echarle fotos a Gonza, que acaba de dejar el primer resalte:
Y disfruta lo poco que permiten los escasos metros del segundo:
Una vez se dejan atrás los resaltes iniciales, nos esperan muuuuchos metros con una pendiente media en torno a los 40º y, en nuestro caso, con distintas calidades de nieve.
Intento darle relevo a Paco en alguna zona donde está más blanda:
¡Pero este tio desborda energía, y se vuelve a poner en cabeza en seguida! 😃
El solángano nos lleva atizando un buen rato, y es fácil comprender por qué ha cambiado tanto el aspecto de la vía en tan poco tiempo:
Además de algunos agujeros, hay bastantes zonas peladas o con espesores mínimos, debido al considerable aumento de las temperaturas estos últimos días:
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Impresionante el desprendimiento en el glaciar de la Marmolada, que acabó con la vida de 11 montañeros el 4 de Julio de 2022. Dañado su afianzamiento, es previsible que sucedan nuevos desprendimientos |
Nosotros lograremos hoy completar el recorrido pisando nieve desde que dejásemos atrás los resaltes, pero por esta temporada, ya no quedan muchas oportunidades para repetir la NE.
Oliendo ya la cima Este:
Llevamos subiendo un buen ratejo, y el refugio de Mazobre se ve bien abajo:
Últimos metros:
Y última pendiente final algo más acentuada (¿50º?) :
Cima Este:
Con buenas vistas hacia la montaña leonesa y alguna otra cima de la montaña palentina por la que también
hemos estado:
Uno de las momentazos de esta ruta, debería ser la travesía entre la cima Este y la Oeste, pero sin nieve, la cosa desluce mucho:
Estos van a por su dosis de adrenalina en un expuesto destrepe...
....Que yo evito por una oportuna rampa de nieve (en sombra):
El moi dejando atrás la rampita de nieve. Se aprecia parte del espolón rocoso por donde han bajado los compis:
Después, sin ninguna dificultad ya:
...Hasta alcanzar la cima Oeste:
Vistazas:
Regresamos unos metros sobre nuestras huellas:
Para situarnos en la salida de la "Normal" de la cara Norte:
Los grandes murallones rocosos sirven de referencia:
Hacia los cuales iremos en travesía:
Hasta enlazar con las huellas de los que por aquí han subido:
A diferencia de la NE ,aquí aún buena parte de la nieve permanece a la sombra, y en algún tramo se mantiene dura:
Así que a pesar de no ser difícil, tampoco hay que embalarse:
En realidad, se disfruta mucho. Me gustó más la bajada por la N , que la subida por la NE.
No sólo por la mayor cantidad y calidad de la nieve, sino también porque me pareció más estético, aunque es verdad que carece de pasos técnicos que le den "vidilla":
Panorámica de todo el bajadón. En buenas condiciones, muy asequible y disfrutón. Pero ojo con nieve helada, que la N acumula varios accidentes:
La jornada montañera no acaba con la bajada, y aún queda 2 imprescindibles para completarla:
Uno, la visita a la bonita cascada de Mazobre, que lleva buen caudal en esta ocasión, y donde alguno le echa pelotas para aguantar la caída del agua desde altura nada desdeñable:
Y dos, parada obligatoria en "Puente Agudín" para celebrar la actividad con unas cervezas y reponer fuerzas con algunas raciones anti-régimen :
Domingo 8 de Mayo de 2022
Como nos temíamos después de haber visto ayer la NE del Espigüete, la Sur del Curavacas también se ha despejado mucho de nieve, aunque la canal aún parece practicable, gracias a que permanece buena parte de la mañana a la sombra de las paredes que la protegen. La foto es de regreso:
Como ayer, no madrugamos en exceso, dada la corta aproximación desde Vidrieros, donde hemos pernoctado. Gonza hoy no podrá acompañarnos por molestias en la rodilla, recuerdo de una vieja lesión.
Mi cámara me la jugó de muy mala manera, y resulta que no guardó ni una sola foto en la tarjeta SD. Así que las pocas fotos que completan la entrada, son gracias a los móviles de Paco y JuanPa. Lástima porque yo creía haber sacado alguna foto guapa, como en la travesía desde la salida de la canal hacia el Callejo Grande, por la vertiente Norte.Bueno, así me enrollo menos...😌
La aproximación, como he comentado, es corta...pero con una pedrera bastante cansina de piedrecitas, que de subida se hace un coñazo y de bajada propicia algún traspiés. En la foto, se aprecia a los pies de las moles rocosas, en color marrón , allí donde no hay vegetación:
Detalle de la pedrera de regreso:
Debido a la falta de nieve, nos saltamos el inicio de la Canal, progresando por el lateral sin los pinchos. Eso no resultó demasiado molesto, pero sí otra gran zona pelada que pillamos más arriba, que cortó un poco el rollo:
Sin embargo , en el tercio superior, en la zona más estrecha, la Canal se puso bien interesante, con nieve dura, donde los piolos clavaban que daba gusto. A diferencia de la Norte del Espigüete, asequible para un amplio público, aquí conviene ir rodao con los pinchos. Había leído algo acerca de la dificultad para asegurar en la compacta roca sin fisuras de esta vía, pero nosotros no lo vimos necesario.
Buena inclinación a la salida:
Además de la parte más estrecha de la canal, la travesía por la cara Norte para alcanzar la cima es uno de los mejores momentos del recorrido. De eso no hay foto, lástima. En la imagen, llegando ya a la cruz de cima:
Selfie en la cima:
Camino hacia el Callejo:
Para alcanzar el Callejo hay un paso donde la nieve está completamente suelta y no agarra nada, y al final toca hacer un pequeño destrepe por roca, algo expuesto, pero fácil (¿II?)
Una vez metidos en el Callejo, sin ningún problema, excepto que, para los que vamos con los pinchos puestos, la nieve se acaba demasiado pronto, y para los excursionistas sin equipo, obliga a darse la vuelta muy cerca de la cima.
Actividad rápida, pero suficientemente gratificante, que permite rematar la jornada con menú contundente en el "Molino de Vidrieros", para completar el chuletón de anoche en el "Gasolina" de Cervera de Pisuerga, y las raciones en "Puente Agudín".
En definitiva, ¡buen finde de gastroalpinismo nos pegamos! 😉