De nuevo por Patones...¡y de nuevo sin la cuerda! Si hace un par de semanas estuve con el chaval dando un buen pateo, disfrutando de la visita a las Cárcavas y el curso del Lozoya hasta la Presa de la Parra, hoy la bici nos permitirá ampliar distancias y conocer parte del bonito entorno del Cerro de la Torrecilla. Pequeña parte, porque una montería de caza mayor organizada en sus alrededores, nos impidió completar la ruta, privándonos de uno de los platos fuertes: el bajadón de 12km para llegar a los alrededores de la Presa de la Parra. ¡Madre mía! Después de habernos chupao la mayor parte de la subida...Menos mal que nos encontramos con Miguelón que andaba por allí con otros colegas, y nos indicaron para bajar desde Alpedrete a la Presa de la Parra, por el puente sobre el arroyo de Reduvia, enlazando con la ruta que hice con el chaval, ,y pudiendo salvar muy dignamente la jornada.
El track de la ruta que pretendíamos hacer, pinchando aquí.
Y el detalle del tramo que tuvimos que improvisar entre Alpedrete y la Presa de la Parra, más o menos éste marcado en rojo:
Desde el parking al otro lado de la M-134, nos dirigimos hacia la Presa del Pontón de la Oliva:
Seguimos la carreterilla que antiguamente se empleaba para aproximar a los sectores de escalada más alejados de la presa (hoy día cerrada al tráfico). Al fondo ,se intuyen las cárcavas:
En lugar de desviarnos por pista de tierra, como cuando fui a las cárcavas, seguimos circulando por la carreterilla/pista...
....Hasta alcanzar Alpedrete, al cual nos dirigimos recortando campo a través...
...pasando por curiosas cuevas a las afueras:
Abandonamos Alpedrete por la Calle de la Centenera Alta (o algo así 😀 ) :
Y alcanzamos un senderito que nos guiará entre jaras y matorrales :
Ya en terreno más abierto...
....No tardaremos en alcanzar la evidente pista que nos adentrará en zona tupida y bonita del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara:
Hacia aquellos altos nos dirigimos:
En toda la ruta nos hemos cruzado con nadie, hasta que justo vemos a otro biker en sentido contrario que nos hace señales para detenernos. Con la respiración entrecortada tanto por el esfuerzo como la indignación, nos advierte de que se está celebrando una montería en los alrededores de la Torrecilla, y de que además de pasar miedo para atravesar la zona, le ha tocado discutir con los cazadores.
Como de momento no se escuchan disparos, decidimos acercarnos más, a ver si suena la flauta y es posible pasar. En teoría, no tiran hacia las pistas ,¿no?
Cuando tomamos el desvío a mano izquierda, vemos perfectamente el aviso de la montería (aunque no salga en la foto) ¡Glups!
Parece que los perros están llevando a las posibles presas hacia lo alto de esa ladera. Igual tenemos suerte y se alejan de la pista...
La putada es que a nosotros también nos toca subir...Eso impide, además, que podamos coger velocidad con las bicis y quitarnos de en medio pronto. Sabemos que a partir del Alto de la Torrecilla, será todo bajadón y desapareceremos en un tris. La cosa está en llegar ahí...
Lamentablemente, nos cruzaremos antes con los primeros cazadores con sus imponentes rifles, apostados a lo largo de la pista:
Paco está algo más dispuesto a debatir sobre nuestro derecho a circular, pero yo la verdad es que soy de discutir poco con tíos armados, y lo único que pretendo es ser pragmático ¿Está cerca el comienzo de la bajada, y con ella la posibilidad de desaparecer en un periquete, o no? Como parece ser que aún nos quedarían muchos puestos de tiro que atravesar (y seguramente muchos cazadores con los que discutir), cedemos ,y decidimos darnos la vuelta por donde hemos venido... 😑
Es una putada, porque todo el tramo hasta llegar aquí no ha sido muy espectacular, y al darnos la vuelta, renunciamos a uno de los atractivos de la ruta, que era la bajada kilométrica hacia la Presa de la Parra, pero se impone el sentido común.
¡Suerte que finalmente coincidimos con Miguelón, que sabíamos que andaba por la zona con otros colegas, y nos acompañan hasta Alpedrete para indicarnos!
Bien con alguna trialera por medio...
...O bien sin salirse de la pista....
...Llegamos a las proximidades del puente sobre el Arroyo de Reduvia, donde nos separamos: ellos por un senderito ascendente a mano izquierda , y nosotros seguimos por la pista.
Resaltadas en amarillo las 2 opciones , a cada lado del arroyo:
Esto ya me empieza a sonar de cuando estuve con el chaval...
Joder por fin un poco de bajada, que me da la sensación de que llevo cuesta arriba toda la mañana (acumularemos unos +1100m hoy)...
Ya asoma la Presa de la Parra:
Recuerdo una buena bajada resbaladiza, por una especie de cortafuegos, que me abstengo de bajar sobre el hierro. Paco, sin embargo, se anima:
Aunque no lo parezca en la foto, hay buena pendiente sobre terreno suelto. A Paco la bici le derrapa varias veces, logrando enderezarla con habilidad. Yo creo que incluso le llegó a salir humo de la rueda de atrás y se tuvo que parar a mear encima para enfriarla, cual
John Basilone con su ametralladora rodeado de japoneses en Guadalcanal...Exageración más , exageración menos 😉
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Monumento a John Basilone, uno de los personajes reales de la miniserie "The Pacific" |
Donde si disfruté mucho fue en el senderito posterior. Muy chulo 👌
Para atravesar La Presa de la Parra, también mejor desmontado :
El tramo a partir de la Presa, siguiendo el curso del Lozoya, me encantó en mi anterior visita, y me vuelve a encantar en esta ocasión:
Además de disfrutar del paisaje, hoy el paseo resulta más emocionante sobre las 2 ruedas:
Abandonamos el curso del Lozoya (la senda inferior que se ve en la imagen)...
....Y de nuevo toca circular por pista to parriba...
Espectacular panorámica de las paredes (en realidad la ruta sigue en sentido contrario, está dando la vuelta):
Luciendo bicis embarradas. Si se amplían las imágenes, hasta se puede ver algún pegotillo de barro en nuestros rostros:
Un poquejo más de subida...
....La última parte ya cómoda por carreterilla de servicio del Canal:
Y a partir de ahora, ya sí, todo bajada:
El broche de oro para cerrar la ruta está al poco de pasar los tubos del Canal...
....Una bajada escalonada de las que me gustan, asequible pero divertida. Lástima que sea tan corta:
En la imagen se puede intuir a una pareja de chavales que suben empujando sus bicis. Estamos muy cerca ya del parking, y es un buen tramo para repetir:
Se acabó la parte más pedregosa, pero aún queda un poquejo de sendero. Si se mira por encima del manillar al fondo, se ve ya la carretera al parking:
Hasta preparar esta entrada, nunca me había molestado en buscar nada sobre la Ermita de la Virgen de la Oliva, y resulta que es de los siglos XII-XIII...
Bueno, lo poco que queda de ella. Está íntimamente ligada a la repoblación durante la reconquista del
yacimiento del Cerro de la Oliva, al que tampoco he prestado nunca atención. Supongo que por lo modesto de los vestigios, en ruina total. Por no hablar de la maltrecha
Cueva del Reguerillo...Una pena. Entre nuestro propio vandalismo y lo que nos hemos dejado arrebatar, madre mía...
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Erik el Belga, ladrón de obras de arte que aprovechó bien el descuido en la vigilancia de nuestro rico patrimonio |
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