Preciosisisima ruta de mountain bike con la que los chicos de Viajandoenfinde nos hicieron babear, tanto por su variedad paisajística, como por los insospechados rincones que descubriremos al otro lado de Somosierra. No podíamos haber tenido mejor plan para este San Isidro, a menos que The Smiths hubieran vuelto a tocar en el Parque de Camoens, como hicieran en 1985...
El track de la ruta, pero teniendo en cuenta que empezamos en Casla :
Prádena, pueblos despoblados, sabinar, acebal. Version completa
Dejamos los coches junto a la pista de paddle de Casla, y nos dirigimos hacia el camino que parte junto al murete (no siguiendo la ancha pista que se ve en primer término, sino perpendicular a ésta):
Día ligeramente fresco, con el cielo cubierto. Fenomenal para la bici...
....porque camino de la Ermita de la Estrella, y bastante más allá...
....Es todo cuesta arriba nada más arrancar, y es fácil acalorarse ... 😏
Seguimos la indicación hacia la Cañada Real que muestra el cartel junto al que pasan Paco y Sergio en esta imagen:
Nos desviamos dejando el pueblo de Casla bien abajo (en realidad, menos de lo que sugieren las piernas):
Curioso acceso habilitado en este punto, con un tronco móvil :
Si al leer "tronco móvil" te has imaginado ésto, empiezas a estar viejuno, y lo sabes...
Siguiendo huellas por terreno indefinido...
....Hasta desembocar en pistilla mucho más evidente..
...Que nos conduce a la salida de la finca, también con paso algo curioso, en forma de torno. Imposible pasar la bici al otro lado si no es en volandas. A un ciclista en solitario no le hará mucha gracia. En cualquier caso, serán los 2 únicos vallados que tengamos que sortear, y la ruta bien merece la pena.
Pasado el torno, seguimos por la derecha, hacia Prádena:
Hay algunos carteles informativos que pueden ayudar a orientarse...
....E incluso previenen de algunos pasos, como los badenes:
Si el paisaje hasta aquí ya era bonito, a partir de ahora, al adentrarnos en el Robledal de Prádena, es espectacular:
Hay distintas tallas de animales en madera camufladas en los troncos, dándole un toque curioso, y que amenizarán el paseo de los más pequeños:
Pero realmente, los protagonistas son los propios árboles ,con su robusto porte:
Siguiendo las indicaciones de la Ruta de la Acebada (¿ves al búho en la foto?):
Llegamos a la última talla del singular recorrido: el lagarto ocelado:
Continuamos hacia Prádena llaneando o incluso en bajada:
Desvío a la altura del Área Recreativa de El Bardal. Pasamos por debajo de la carretera sirviéndonos del túnel:
Y al salir, giro a la derecha hacia Prádena. No había vuelto por aquí desde hacía un par de décadas o más, cuando la
Cueva de los Enebralejos aún no estaba abierta al turismo, y la visité con un grupo de espeleo.
Intentando circular lo menos posible por el casco urbano, llegamos al Monumento a la Muñeca. Por el nombre, no imaginaba que tuviera que ver con la
leyenda de una niña devorada por un lobo de la que sólo quedó la muñeca de la mano...
La bajada hacia la senda del río San Juan es sencilla y divertida:
Además de bonita vegetación de ribera, encontramos este murete donde no nos podemos resistir a hacer un poco el ganso , y recordar que, la bici mola, pero hay que desempolvar otro material que tenemos muerto de la risa...
Continuamos:
Un poco de pista por secano después de tanto verdor...
....Que nos llevará al pueblo abandonado de
Matandrino. En la imagen, potro de herrar en mal estado, además de la evidente cruz:
Por la pista por la que vamos dejando atrás Matandrino, sorprendemos a un zorrillo que escapa de nuestras cámaras despidiéndose con una elegante meada marca-territorio:
Antes del desvío a la derecha, paradita pal pipí, que no van a ser los zorrillos los únicos que meen en el campo 😉
Tras un breve tramo indefinido...
....Bajadón rápido y divertido hacia Castroserna de Arriba, por pista con algo de piedrecilla, pero sin dificultad :
Callejeando por el pueblo no te vas a perder, pero ojo nada más pasar el puente de la anterior imagen, porque el desvío que hay que coger parte junto a valla de la propiedad que queda a mano izquierda, y es fácil pasárselo:
Tramo estrechico de la Senda del Río San Juan ¡Cómo molan los senderos con la bici!
Ensanchándose más cuanto más nos acercamos a la Ermita de San Roque:
Ermita que resulta bastante sosilla, al menos vista desde fuera. Casi no merece la pena ni desviarse:
Continuamos hacia Castroserna de Abajo:
Si bien ya la entrada al pueblo resulta curiosa, con alguna vivienda aprovechando la roca natural...
....No sospechamos el pequeño pero bonito cañón que esconde su término municipal:
Para los que no sabíamos de la existencia de este lugar, sorprende la colonia de buitres que aquí habita. Supongo que "primos" de los que anidan en la Hoces del Duratón:
Algunas cavidades son grandes, aunque no sabría decir cuál es la "
Cueva del Milagro", donde supuestamente un pastorcillo encontró la talla de la Virgen de los Remedios (la intuiremos después desde el mirador, al ver una marcada senda). Dejando de lado la parte más mística, sí parece que pudiera haberse usado alguna de ellas como ermita rupestre, alrededor de la cual podrían haberse refugiado monjes ascetas:
Cruzamos al otro lado del río:
Para ver la actual Ermita de Nuestra Señora de los Remedios:
Alrededor de la Ermita hay unos banquitos de piedra de los que nos servimos para tomar el sanwichirri. Comentar que el suelo está plagado de chapas de refrescos y cervezas, suponemos que guarro recuerdo de distintas romerías... 👎👎👎
Terminado el tentempié, visitamos el mirador :
...Y vuelta por donde hemos venido :
Tanta montura sobre el agua, ¿también te recuerda a ésto? Porque entonces si que estás viejuno que te cagas... 😉
Saliendo de Castroserna de Abajo:
La pista hacia Santa Marta del Cerro es el tramo más feucho de toda la ruta:
Pero bueno, siempre se puede aprovechar para comentar ésto o lo otro, y además las condiciones son muy buenas. En plena chicharra veraniega, sería otro cantar...
Atravesando Santa Marta:
Breve tramo por asfalto roto, y en seguida regresamos a pista de tierra:
Bordeando alguna propiedad:
Es increíble lo variado del paisaje de esta ruta. Hemos atravesado zonas de pinar, robledal, ribera, llanura castellana...Y ahora nos dirigimos hacia zona de sabinar:
Indicación a la Senda del Caslilla:
Viene bien, porque no es nada intuitivo. Aún así, track en el GPS diría que imprescindible...
La subida hacia el Pasil del Moro es una de las rampas duras del día, imposible de hacer sin empuja-bike para la gran mayoría, por la presencia de 2 buenos escalones :
Después, encontraremos carteles advirtiendo del peligro de caídas a distinto nivel. Ojo porque, aunque el sendero es bastante ciclable, yo me confié, y tuve un sustillo al trabarse la rueda delantera con un pedrolo, sin más consecuencias que algún rasponazo:
Mi sustillo me sirve de excusa para escaquearme del punto mas técnico de la ruta: una bajadita sobre roca algo sucia de arena con dos escalones y salida en curva:
Y ya que he empezado con los escaqueos, repito en algún otro punto:
Después de la sorpresa con la colonia de buitres, otra sorpresa más nos aguarda.
La visita a la Cueva del Ranchón:
Las paredes tienen alguna vía equipada, pero como somos más de vientre liso que de panzas, no les prestamos mucha atención...
La entrada es amplia y con dos tragaluces en la bóveda:
Pero en seguida se estrecha y hay que agacharse, e incluso arrodillarse...
....Por lo que no tardamos mucho en recular, y nunca mejor dicho, porque en algún sitio hay que salir de espaldas, ya que no es posible ni girarse. Es suficiente la propia linterna del móvil para una visita breve.
De nuevo a por las monturas:
Que por cierto, yo vengo de estreno, con una RockRider XC 100 S, se supone que en periodo de pruebas. Ya hablaré de ella en otra entrada ,si acaso.
Continuamos:
Seguimos circulando por una chulada de pistas y senderos en solitario; no nos hemos vuelto a encontrar con nadie desde que dejamos la Cañada Real:
Aprovechando para descansar las piernas...
....Que después viene la última buena rampa de la jornada:
Giro a la derecha, y luego ya sí, pendiente favorable hasta el final de ruta:
De esta pista de tierra saldremos a la carretera, y nos tocará pedalear un pequeño tramo por la N-110, para atravesar Casla hasta el lugar donde dejamos los vehículos. Apenas 1 kilometrillo, que en absoluto logra empañar lo más mínimo el buenísimo recuerdo que nos llevamos de este RUTÓN. Así, en mayúsculas.
Deseando hacer esta ruta. Tus datos, Dani, muy auténticos.
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